La muerte pudo convertirse en nuestro amor
Si sus alas negras hubieran llevado esa canción,
Que nunca habló de dolor, pero era lo que transmitía tu voz.
Si solo hubieras podido atender un poco,
Te habrías enterado de lo que significó
Para los dos esa puta canción.Nada puede cambiar en lo que te has convertido,
La inocencia se ha ido, como Dios.
Así que estamos mejor, solo nosotros dos
Contra el mundo que nos quiere ver olvidados
En una marea que cada vez se acerca más a tu rugido.
¿Sabes que hasta los ángeles se negaron a bajar a este mundo?Cada vez más profundo en tu garganta, lo sientes amargo,
Es el resultado de tomar un trago extremadamente largo.
Toca el piano como aquel día nublado de jazz,
Creo que es algo que no podríamos repetir jamás,
Porque la perfección se roza con los dedos en contadas ocasiones
Y tú y yo la conseguimos sin saber cómo, sin atender a razones.Hoy vuelve a estar nublado y las calles mojadas,
Con lágrimas de nubes que nos vieron ese mismo día
Y ahora no pueden hacer nada más que recordar con melancolía
Cómo cantabas, tu voz disipaba la lluvia.
Recuerdo llorar mientras tus dedos se movían por aquella melodía
Porque la pasión que le ponías nadie la ponía.Después terminó todo cuando la tormenta comenzó a cubrir el mar oscuro
Y cómo si tuvieras alas negras volaste de allí al cielo
Sin dejar rastro pues la lluvia se lo llevó todo.
"Déjame besarte en la lluvia cruel",
Eso fue todo lo que pensé,
Porque eso fue todo lo que quise.Aunque nada más se puede pedir de un día gris como aquel,
De un día recubierto por el manto de la tristeza
Acompañado por el dulce sonido de tu piano
Y tu voz llena de pasión.
¿Quién iba a imaginar que supieras tocar esa pieza?
Que me hacía romperme en piezas cada vez que la escuchaba.Es como sentir que todo está bien dentro cuando fuera es la lluvia la que gobierna,
Y que en tu pequeña prisión no hay normas más que la contradicción de la libertad recluida.
Pero contigo, contigo y con tu música la niebla se disipa hasta ser del todo cristalina.
Bendita la lluvia que hizo que nos pudiéramos quedar en tu casa,
Bendita la soledad que te rodea porque nos dejó solos a los dos
Y pude escuchar ese canto tuyo lleno de dolor.