Solo tenía 15 años... yo no estaba listo. ¿Quién lo hubiera estado?. Cuando la tercera guerra mundial estallo... ningún país se salvo, por algo es llamada.. LA GUERRA NUCLEAR. Ese día lo perdí... casi todo, mi familia, mi casa, todo lo que conocía y sabia de este mundo. Lo que paso después, solo pudo ser imaginado en libros de ciencia ficción. Los únicos lugares que no fueron destruidos por la explosión, fueron dañados por la radiación.
Yo era un chico normal, con problemas normales y cotidianos... ¿Quién soy?... Es una buena pregunta, soy... solo díganme.Como decía, si hubiera sabido lo que pasaría ese día, hubiera... hubiera hecho todo lo posible para salvar a mi familia.
Mi país no participó mucho en la 1era ni en la 2da guerra mundial. Ni en ningún enfrentamiento de súper-potencias, gracias a esto mi país no sufrió demasiados daños por la 3ra guerra mundial. Pero eso no evito las miles de muertes que hubo.
Sabíamos que se acercaba una guerra, pero no sabíamos que faltara tan poco. Había mucha tensión entre los gobiernos. La naturaleza del hombre es sangrienta, y esa naturaleza nos llevo a la destrucción. Cuando los problemas externos empeoraron, nada los detuvo y la guerra estalló. Todos contra todos. Los países sabios que no se entrometieron, sufrieron daños colaterales. Se lanzaron misiles y bombas nucleares a todas las capitales, ciudades importantes, lugares del gobierno, bases del ejercito en otras palabras, todo lugar que se pudo usar en caso de que los sobrevivientes quieran dar un contrataque.
Ese día todo cambio, algo cambio en mi como en todos. La radiación mato a millones de personas y los que se adaptaron... tuvieron cambios.
Yo nunca me caracterice por ser el mejor atleta, pero era un buen estudiante. Me iba bien en el cole, y tenía un pequeño grupo de amigos. Vivía con mis padres, mis abuelos maternos. Viviamos en una casa de 3 pisos, en un vecindario algo seguro.
Ese día habíamos decidido ir al cine. Luego de haber estacionado, nos dirigimos al cine. Como todos las veces que íbamos al cine, me adelanté para hacer cola para las palomitas.
Pero ese día no era como otras veces. Estaba dirigiéndo me al cine que se encontraba en el 3er piso cuando de repente empezó a temblar todo el lugar y se escucho un fuerte estruendo, yo no sabía en ese momento lo que pasaba. Yo supuse que era un temblor o por la intensidad un terremoto, ya que vivíamos en una zona sísmica por lo que era de esperarse. Lo tomé con calma y busqué un lugar abierto como todo el mundo mientras trataba de encontrarme con mis padres. Estaba a punto de salir a un patio externo cuando de la nada algo cayó y el patio exploto. Me asusté y corrí hacia dentro junto a toda la multitud.En ese momento supe que lo que sucedía no era un temblor o un terremoto y que cualquier cosa que estuviera sucediendo, era mejor buscar un lugar seguro. Así que me metí a los baños que se encontraban en el centro del centro comercial. Ya a salvo trate de llamar a mis padres pero no respondían. El ruido del gentío disminuyó y cometi el gran error de salir pensando que el peligro ya había pasado. Ni bien salí del baño un misil o lo que supongo que era, exploto cerca mío.
Fue tal el impacto que me desmaye, cuando desperté, estaba tirado encima de unos vidrios. La explosión me había lanzado enfrente de una de las tiendas. Para mi suerte, la explosión no me había quemado. Trate de no cortarme mientras me levantaba, verifique que tenía mis cosas. Mire el reloj y habían pasado como dos horas. Busque mi teléfono y volví a llamar a mis padres, pero nada.
Al parecer cuando salí volando, rompí el vidrio de la tienda haciendo que se activara el sistema de seguridad, por lo que se cerro la puerta metálica dejándome encerrado. Cuando logre salir de la tienda, mire a mis alrededores pensando que vería algún cadáver, pero por alguna extraña razón el lugar estaba vacío. Solo cuando salí al exterior, me encontré con cadáveres hechos pedazos o chamuscados.
Camine hacia la avenida y mire mis alrededores. Todo era un caos: autos rotos, edificios destruidos y cadáveres cada cierta distancia. Me sentía extraño, asustado y confuso pero me dije a mi mismo "Es el fin del mundo que importa". Tenía miedo, pero por alguna razón reí en silencio. Nada importaba ahora, no tenía nada y no sabía que hacer. Sin darme cuenta había empezado a llorar. No era un llanto fuerte sino uno ahogado y triste.
Lo primero que hice fue regresar a mi casa que por suerte no había sido destruida, amontone muebles en todas las puertas y ventanas, como ya era de noche me fui a mi cuarto a dormir. Ese día tuve pesadillas sobre mis padres y lo que me esperaba en este nuevo mundo. Tenía miedo de lo que iba a pasar de ahora en adelante con mi vida. No estaba seguro de nada, me aferre a los viejos recuerdos buscando dormir, pero no lo logre. Me sentía vacío y sin esperanza, pero algo dentro de mí me decía que no me rindiera. Algo de mi se aferraba a la esperenza. No sabía lo que iba a ocurir después de ese día, pero sabía que no me rendiría.
¿Qué iba ser ahora de mi? ¿Quiénes sobrevivieron? ¿Cómo iba yo a sobrevivir? ¿Dónde iba a establecerme? ¿Alguien que conociera sobrevivió? ¿Tenía algún familiar aún vivo? ¿La radiación convirtió a las personas en mutantes? ¿Ahora existían los zombis? Y los importante ¿Donde estaban mis padres? ¿Habrían sobrevivido?
Tenia estas y muchas otra preguntas dando vuelta en mi cabeza. Me sentía triste, pero tranquilo. Como si el fin del mundo no significara nada. Estuve divagando en mis pensamientos por horas hasta que logre consiliar el sueño. Mi mente se puso en blanco y caí rendido por el cansancio.
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Post Guerra Nuclear
AléatoireEn mundo post-apocalíptico, un chico tiene que aprender a sobrevivir después de que estalla la TERCERA GUERRA MUNDIAL.