Capítulo 1: La base cole

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Cuando me desperté, fui a desayunar. Aunque parezca raro eso hice, el mundo estaba de cabeza y yo desayunaba como cualquier día normal. Supongo que eso sería a partir de ahora. Estuve en mi casa como por una semana tratando de comprender como en un día lo había perdido todo y que tendría que hacer ahora. Me negué a salir durante todo ese tiempo, lo único que hacia era dormir, comer, llorar o pasar el tiempo leyendo libros sin terminar tratando de buscar inspiración de mis héroes de fantasía. Hubiera hecho otras cosas como ver televisión o jugar en mi consola, pero no había electricidad. Supongo que los misiles suponiendo que es lo que causo las explosiones y temblores, habían caído en una central eléctrica y aunque no hubieran caído ahí, estas no habrían podido funcionar sin trabajadores que las operen.

Había visto suficiente películas post apocalípticas como para saber que tenía que crear un refugio, encontrar recurso y armas, encontrar sobrevivientes y que nada iba a ser como antes. Así que cuando se me acabó la comida, exactamente en una semana y eso debido a que estaba demasiado triste como para comer en abundancia. Además de que había alimentos que no pude comer debido a que no sabia cocinar. Por lo que decidí salir a buscar comida, sino tarde o temprano moriría por desnutrición y eso era algo no muy alentador. Por suerte tenía un centro comercial cerca a mi casa y como el ataque fue en la tarde. El lugar debería estar abierto. Me arme de valor y fui lo más rápido que pude y con un cuchillo de cocina que encontré (era la única arma que tenía por el momento) me dirigí lo más rápido que pude, debido a que no debía ser el único que debió pensar lo mismo, en el caso de que haya más sobrevivientes y debía haberlo.

Cuando llegue habían tiendas que ya habían sido saqueadas lo que indicaba que tenía razón y que más personas habrían sobrevivido, la mayoría eran de comestibles que era lo más importante ahora, una que otra tienda de ropa pero la tienda a la que yo me dirigía por suerte, no. Muchos no sabemos usar armas de fuego y menos que munición es para cada arma. Y la tienda a la que me dirigí, era una tienda de replicas de armas o eso es lo que supuse siempre porque nunca me atreví a entrar. Bueno, agarre todo lo que considere útil y lo guarde en las mochilas militare que habían o eso es lo que parecían. No sabia si salir por la puerta debido que activaría la alarma, pero como no sabia si aún había alguien en el lugar, no lo creí necesario y pase. Me detuve unos momentos esperando que algo pasara después de que sonara la alarma, pero no paso nada o eso es lo que yo pensé.

Me dispuse a irme cuando sonó el motor de un auto. ''Un auto dentro del edificio' fue lo primero que pensé al escuchar ese sonido. Dirigí mi vista al lugar de donde provenía el sonido. Era una van de color negro. 'Seguro que lo robaron de la tienda de autos del primer piso' pensé ya que a estas alturas, debía ser de ahí. Pero no sabía como la habían hecho para hacerla subir al segundo piso.

Me quede paralizado al oír el auto, pero ni bien el ruido se empezó a hacer mas fuerte y acercar. No dudé ni un momento y salí corriendo del lugar en dirección a la puerta mas cercana. Tal vez me debí esconder en alguna tienda mas estaba demasiado asustado como para pensar correctamente. Mientras corría el auto se acerco más y más. Escuche como una puerta se había abierto y sin poder reaccionar me agarraron de la mochila y tiraron de mi, y sin darme cuenta ya estaba dentro de la van.

Siempre desconfíe de la gente y mucho más iba a desconfiar en el fin del mundo. Por un momento temí por mi vida, habían tres personas que no conocia. Dos atras mientras el otro conducía. Pero en eso me fijé que en el auto había un amigo mío. Me sentía feliz al saber que no todo estaba perdido. Pero como sabía que no lo habían capturado.

- ¿Fritz? ¿Eres tú? - me dijo algo sorprendido.

Era Carlos, un amigo del colegio. Habíamos estudiado en el mismo colegio hasta el año pasado. Después el se había cambiado a otro tres años antes de terminar el colegio. Por la razón de que el colegio aumentaba cada año la pensión. El era el tipo de persona que vivía en su mundo imaginario y que cuando veía la realidad le dolía por lo que siempre veía series como pokemon. Y además debido a que la mayoría de personas lo molestaban por Pokemon a pesar de ya no ser un niño. Sus padres estaban divorciados por lo que trataba de llenar ese vacío buscando novia más todas las rechazaban o lo aceptaban por una semana o menos. Académicamente era un alumno regular. A pesar de que se encerraba en su cuarto los fines de semana para hacer tarea. No era realmente alguien que sobresalía pero era una buena persona. Fisicamenta tampoco sobresalía, tenia un cabello negor ondulado y unos ojos negros. No era muy alto a pesar de hacer basquet, mediria un metro sesenta y ocho. Su piel era como un broceado suave y era algo delgado que digamos. Yo no sabia como pero siempre estaba alegré apesar de sus problemas. Nos conocimos una año que nos toca juntos en el mismo salón, y como no nos llevamos bien con casi todos al final nos volvimos amigos.

A su lado estaba un señor de unos 50 años tal vez. Tenía gran parte de sus cabellos con canas, asi que supuse que debería tener mas o menos esa edad. Su cabello era corto y tenía una barba que parecá que hubiera sido afeitada pocos días atras. Vestía una polo azul y unos pantalones marrones. Era un poco mas alto que Carlos, pero su piel er mas oscura.

- Supongo por tu reacción que lo conoces - dijo una voz que venía desde adelante. La voz le pretenecía una chica, no pude observala bien debido a que era la que conducía - entonces, explícale como son las cosas

- Lamento lo de haberte secuestrado - me dijo algo avergonzado - pero no sabíamos quien eras y seras de fiar.

- Ok - respondí ya mas tranquilizado, pero aún con dudas - Por sea caso ¿A donde nos dirigimos?

- A la base - me respondió la conductora

- Y ¿Donde queda exactamente eso? - pregunte, ya que su respuesta no había sido muy específica que digamos

- En en el cole - me respondió Carlos inmediatamente

- ¿Hicieron su base en el colegio? - pregunte algo sorprendido - ¿En nuestro colegio?

- Muy bien - dijo la desconocida - veo que ya conoces el lugar, así que no se te será difícil adaptarte él

Sin darme cuenta , y mientras conversábamos habíamos llegado a la base cole. O era así, como yo la llamaba. Cuando bajamos de la van me di cuenta que la persona que había estado conduciendo era una chica de unos 20 años. Tenía el pelo color castaño liso que le caía hasta la altura de los hombros y unos ojos marrones claros. Pero lo que más destacaba era su mirada, parecía que habría sufrido mucho en una semana porque su rostro parecía incapaz de mostrar expresiones. Era más pequeña que yo, pero solo por unos centímetros. Su piel era blanca y por un momento pensé que tal vez tendría anemia.

Luego me fije en el colegio, el lugar estaba en condiciones. Algunas aulas se habían convertido en dormitorios y almacenes. El tópico y el comedor estaban iguales. Y como el cole estaba ubicado en la parte baja de la ladera de un cerro, se encargaron de bloquear toda vía posible por este o eso me explico la chica.

Todo estaba separado por secciones, habían secciones para refugiados que habían logrado llegar al lugar, personas que estudiaron ahí y los que lograron sobrevivir debido a que se encontraban en el lugar en el momento del ataque. Tuvieron suerte de que estaban en talleres y pudieron encontrar un lugar seguro.

- ¿Cómo lograron organizar todo esto en solo una semana? - pregunté asombrado

- Fue fácil con tanta mano de obra - me explico la desconocida - casi la mitad del norte de la ciudad esta aquí. Eh... por cierto mi nombre es Lizhet, lamento no haber tenido la oportnidad de cirlo antes. Por sea caso ¿Qué hacías en el centro comercial?

- Buscando provisiones que mas iba a ser en el apocalipsis. - dije algo sarcástico - y no tienes que preocuparte por... ya sabes

- Bueno y ¿Qué has recolectado? ¿Encostraste algo útil?

- Armas, balas, alimento... creo que militar, una cocina de emergencia portátil, un purificador de agua, esta mochila que llevo puesta, un chaleco antibalas y lo mas importante... una radio - dije mientras le mostraba todos los objetos que había almacenado en la mochila

- Carlos, tenías razón. De los dos, él es el inteligente

- Ey - protesto Carlos fastidiado

- Bueno me retiro, tengo cosas que hacer - dijo ella tratando de no empeorar la situación - Así que, Carlos, llévalo a su habitación.

Me hizo una señal para que lo siguiera y eso hize. La gente me miraba raro, algunos pensaban que era militar, otros me observaban con desconfianza y entre todos pude divisar a uno que otro compañero del cole que se sorprendía que estuviera vivo. Se acercaron algunos y me acompañaron junto a Carlos al cuál sería mi nuevo hogar. Les conté lo que pasó y ellos me contaron como llegaron y esas cosas. Me sentí alegre de no haber perdido todo, tal vez si había algo esperanza. Y luego de compartir sus anécdotas, se fueron para dejarme descansar.

La habitación (mejor dicho salón) estaba separada en 12 partes. Y por suerte me tocaba con alguien que conocía: Carlos. No sabía como habíamos terminado en el mismo salón, pero eso paso. Aunque había muchas personas, aún habían dormitorios - salones más o menos vacíos. Desempaque las cosas que tenía y luego fui con Carlos a que me llevará con Lizhet. Había cosas de mi casa que quría recuperar, obviamente.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2019 ⏰

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