1: La lista

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Los besos de Sehun bajaban por el cuello de Baekhyun mientras las embestidas se hacían cada vez más fuertes y rápidas. Para cuando la campana para entrar a clases sonó, ambos ya habían alcanzado el tan ansiado clímax y estaban arreglando sus ropas, entre miradas cómplices y besos fugaces.

Al toque del segundo timbre, ambos ya estaban listos y dispuestos para volver a sus clases; sin embargo, Sehun, antes de salir por la puerta del armario del conserje, tomó el brazo de Baekhyun y lo giró, mirándolo a los ojos con una sonrisa coqueta.

-¿Tú número? -preguntó Sehun, mientras mostraba su hilera de dientes blancos. Baekhyun lo miró mientras soltaba una pequeña risa y sé deshacía del agarre del mayor, volviendo a salir, aunque no sin antes mirar atrás hacia el desconcertado rugbista.

-Chiste repetido no da gracia -dijo mordiendo su labio inferior, en un gesto que, de todas formas, encendió a Sehun- No repito polvos y menos con pollas tan pequeñas como las tuya.

Entonces, dejando a su conquista con el orgullo herido, Baekhyun se encaminó a sus clases sonriendo y lleno de energía para comenzar su siguiente nombre.

La lista... un cuaderno de felpa rosa en el cual sólo se escribía con un lápiz y sólo lo podían tocar dos personas sobre la faz de la Tierra; allí se escribía los nombres de todo aquel hombre al que te quisieras follar. Hyuna, la mejor amiga de Baekhyun, lo tiene desde que su primer novio le rompió el corazón cuando tenía catorce y se lo mostró a Baek en cuanto tuvieron la suficiente confianza, de eso ya hace un año, cuando ella tenía dieciséis y él estaba en la plenitud de sus catorce. Le enseñó, instruyendolo cual maestra, cómo escribir un nombre y luego cómo conquistarlo, utilizando las artimañas más sensuales y los trucos más efectivos. En algún momento, él lo ha pensado y no sabe cuándo exactamente, el alumno superó a al maestra. Así comenzaron los Juegos del Hambre, Civil War y una amirivalidad ambigua y tremendamente competitiva.

El juego, como ellos lo llamaban, consistía en tres simples etapas:

1.- La escritura de los nombres: ambos deciden cuáles serán, contando en total, sesenta y nueve. Un número impar para que, al final, sea imposible empatar.

2.- La conquista: el o la jugadora elige uno de los nombres e intenta engatusarlo. Tiene un tiempo de dos semanas y deben llegar a la tercera base, sin excepciones.

3.- Tachar el nombre: una vez la conquista completada, estando ambas partes presentes, el nombre será tachado con el lapiz rosa fuerte sobre el original rosa pálido. No cuenta si alguna de las condiciones son vulneradas.

Y así, una semana después de conocer el libro, Baekhyun entró en el mundo de los rompecorazones. No hubo clemencia porque él fuese virgen o porque aún no había salido del clóset, ningún tipo de piedad. En vez de jugar a la víctima o martirizarse, él decidió sobreponerse a Hyuna, él decidió ganar.

El primero fue un chico llamado Kim Jong In, al que todos llamaban Kai por un motivo que Baek ya no recuerda ni le importa. Decían que era el chico más promiscuo, el más usado de todos los hombres del Instituto. El único consejo, si se podría llamar así, era esa información, pero como era lo más cercano a una oportunidad, solamente se dejó llevar y, en medio de una fiesta, con más alcohol que oxígeno, se acostó con él. No fue bonito ni romántico pero, en algún punto, se sintió deseado. Ese día aprendió tres cosas: cómo hacer una mamada, cómo besar bien y que los hombres nunca quieren nada romántico si no era para después follarte.

Mientras iba tachando nombres de la lista, le iba empezando a tomar el gusto a la libertad y al sexo. Eran dos cosas que separadas eran muy buenas de tener, pero que juntas, hacían a la persona sentirse poderosa, deseada y muy atrevida. Porque cuando ya rompiste los límites, romperlos de nuevo se te hace tan fácil.

Rompecorazones // ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora