Desperté en una sala acolchada, totalmente blanca y sin nada de nada. Llevaba una camisa de fuerza, lo que confirmó una de mis mayores sospechas:
Estaba en un manicomio.—Mierda—fué lo que alcancé a decir.
Si alguna vez has leído o visto algo sobre manicomios, te puedo asegurar de que es diferente a como lo pintan.
No es un edificio enorme con barrotes y cámaras de ladrillo. Es mucho más simple.
Un edificio normal y corriente, con unas literas dispuestas en una habitación, una salita con un sillon y una zona apartada para los médicos y trabajadores.
Pasaron algunas horas desde que me había despertado, cuándo un guardia de seguridad entró acompañado de dos tipos bajitos y corpulentos. Me quitaron la camisa de fuerza y me llevaron a una oficina.
Allí, detras de un escritorio, había un tipo larguirucho que, a juzgar por las pintas, era el director del manicomio.
Me ofreció que me sentara y empezó a hablar:
—Buenos días, señor Jonhson. Imagino que sabrá el motivo por el que está aqui, ¿no?
—Sé cuál es el motivo, pero no lo entiendo. —respondí.
—¿Qué es lo que no entiende? —preguntó amablemente.
—No entiendo por qué tienen que encerrarme. No es razón suficiente que por que tenga una fobia que nadie más tiene sea necesario encerrarme y tratarme como un loco.
—Ahí se equivoca. Es la primera y única persona que ha sufrido lo que usted llama "ordenofobia," así que es posible que, después de todo, sí estea loco.
—Ahora si que no le entiendo. Por tener una enfermedad que nadie más tiene, ¿ya tengo que estar totalmente loco?—pregunté extrañado.
—No es obligatorio, pero es posible.
En ese momento, entendí una cosa. La verdadera cara de la humanidad. Una persona puede estar totalmente cuerda, ser consciente de sus acciones y todo lo demás. Pero si tienes algo que nadie más tiene, también tienes un problema.
—Entendido—dije.
Aúnque dije que lo había entendido, en mi mente no lo tenía nada claro. No entendía por qué tenía que estar loco. Sabía que algo sí estaba, pero no tanto. Había estado veintitrés años viviendo con ello, y exceptuando mi fobia, nunca había notado síntomas de locura. Y de repente, me dicen que estoy loco, me encierran en un manicomio y me obligan a aceptarlo.
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Sr. Jonhson [Terminada]
HumorMe llamo Jonhson, y mi mayor miedo ya no era normal, se había convertido en una gran fobia. He conocido a personas que tienen aracnofobia o claustrofobia, pero nadie que tuviera ordenofobia. Nadie excepto yo. No podía ver algo ordenado sin tener un...