Capítulo 7

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PoV Natsu

— ¿Pero qué carajos? — Exclamé asustado.

Habíamos sido salvajemente golpeados por detrás, y no solo eso, un carro que venía en contra de la vía se parqueo justo enfrente de nosotros. Vimos cómo dos sujetos con gabardina se bajaban del carro y se acercaban a nosotros.

Voltee mi vista hacia mis dos compañeros, y pude ver que tenían la misma cara de consternación y miedo que yo. Cada uno de los sujetos se paró a cada lado del carro y el que se encontraba del lado del conductor tocó el vidrio con una especie de bastón policiaco.

Gray abrió la ventana, y los dos nos quedamos viendo al hombre de la gabardina. Él se nos quedó viendo durante un momento, luego habló algo con su compañero, lo cual no alcanzamos a oír, y por último se dirigió a nosotros.

—Salgan del coche —Nos vio con malicia

— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Quién eres tú? — Ninguno de nosotros obedeció.

—Salgan del coche — El hombre se limitó a repetir sus palabras, sin embargo esta vez extrajo de su bolsillo una pequeña pistola.

No nos quedó más remedio. Voltee mi vista a Lucy, quien se encontraba pálida del miedo, supuse que yo tenía la misma cara. El hombre al ver que no obedecíamos inmediatamente, empezó a mover amenazadoramente el arma. Nosotros salimos del carro, automáticamente los hombres nos agarraron con fuerza a cada uno de nosotros.

Busque con mi vista a Lucy, pero se encontraba del otro lado del carro, y no la podía ver. Lo que sí pude ver fue que el carro que nos había chocado, era en realidad un camión. Y que mientras el City de Gray quedó destrozado del bumper, al camión parecía no haberle ocurrido nada.

El hombre que me sujetaba empezó a arrastrarme hacia la parte de atrás del camión, pude ver de reojo que otros dos hacían lo mismo con Lucy y con Gray. Ambos forcejeaban, pero los dos hombres parecían mucho más fuertes que ellos. Llegamos a la parte de atrás del camión, y en un momento de descuido mientras abría la puerta, Gray logró zafarse de su agarre.

Lo siguiente pasó demasiado rápido como para procesarlo todo. Gray, veloz como un rayo, agarro la porra policiaca que cargaba el tipo al cinto, y antes de que pudiera siquiera defenderse, le dio un brutal y directo golpe en el brazo. El hombre palideció, mientras empezaba a gritar de dolor y se agarraba el brazo. Gray estaba a punto de lanzar un segundo golpe, esta vez a su cabeza, cuando un grito lo detuvo.

— ¡Hey! — Había sido el hombre que sostenía a Lucy. Había sacado una pistola y en ese momento la apuntaba a la cabeza de ella.

— ¡No! —Pasaron unos segundos hasta que me di cuenta que el grito había provenido de mí. Empecé a forcejear como loco contra el hombre que me agarraba, más en vano.

—Mmm ¿Así que te importa la rubia? ¿Eh? Bueno, pues por su bien le vas decir a tu amigo que se vaya calmando un poquito, si no quiere que mi arma se "dispare" por error.

Yo voltee a ver a Gray, el solo asintió y dejo la porra en el suelo, luego levantó las manos en gesto de rendición. Dado que el agresor de Gray se encontraba herido, le encargaron la tarea de abrir el vehículo al que me sostenía a mí.

Nos obligaron a entrar al camión, pude ver que al fondo de este había una jaula, en la cual fuimos introducidos de manera brusca. Cerraron la puerta de la jaula, y luego la del camión, dejándonos en la oscuridad absoluta. Pasaron unos segundos antes que el camión empezara a ronronear, y acto seguido retroceder. Después ya empezó a moverse para adelante, hacia nuestro incierto destino.

Sobreviviendo a la SecundariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora