En el aula

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En la clase de inglés la profesora reparte las evaluaciones a los alumnos que faltaron la clase anterior.

Yo me quedo solita, sola y Guille quiere sentarse a mi lado.

Un compañero de atrás le agarra la silla para impedir su acercamiento. Guille se safa del agarre y se acerca hacia la mesa arrastrando la silla, o sea, sentada arrastrándose con la silla. Bien. Haciendo un ruido bastante fuerte a lo que todos se quejan, pero los ignora hasta terminar su recorrido hasta mi mesa. ¿tanto le cuesta pararse y traer la silla con sus manos hasta mi banco?

Mientras algunos hacen el recuperatorio, ya que les fue mal en la evaluación, Guille le quita el celular a Ana sin que se de cuenta, pone la contraseña sin ningún problema y entra a su snapchat.

Comienza a probar efectos, algunas veces asiendo caras raras, la Profe observa raramente, pero ella simplemente sigue con lo suyo.

Ana termina la prueba, comienza a buscar su celular y no lo encuentra. Se da vuelta, mirando a la fila que esta contra la ventana.

-Ustedes lo tienen.- los mira fijamente a cada uno.

-No, esta vez no, de verdad- Matias la mira fijo también.

-Nacho...- Lo mira desafiante.-

-No. Yo tampoco- levanta sus manos en alto.

Ana comienza a mirar a toda la clase, uno por uno, hasta que llega el momento de mirar a Guille. Dios, esta chica tampoco disimula nada, sigue con sus caras raras...

-GUILLERMINA, LO TENIAS VOS- le grita con fingido enojo.

-No, me lo habían dado ellos. - Señala a la fila de la ventana.

-Ya vas a ver vos, preparate para la camilla- Dice Roman riendo.

La mirada de Guille solamente expresa miedo, le da el celular a Ana lentamente y se prepara para que cuando toque timbre, no la agarren.

Y se preguntaran... ¿en que consiste "camilla"? Bueno, Roman siempre es el que manda, y los que le hacen caso son, Lucas, ambos Matias, Nacho y Nicolás. Trata de que dos personas agarran del los brazos a la víctima, que siempre es Guille, otras dos de las piernas, la colocan en un escritorio y ahí le hacen cosquillas, aunque como aveces son muy brutos, Guille grita al sentir las unas de Lucas clavadas en su estomago.

Toca timbre, volteo a mirar a Guille, pero ya no esta. Para mi que tiene súper poderes.

Miro abajo de su banco y me doy cuenta que se olvido su celular...

Claro que no lo agarro, es suyo.

Salgo afuera junto con Ana y Euge. Al rato aparece Guille que viene corriendo desde lejos.

-Chicas, ¿pueden buscar mi celu?- pregunta desesperada.

-No- le respondemos todas juntas.

-Pero adentro del aula siguen ellos...- dice comiéndose las uñas - cuando quieran les hago un favor...

-No- volvemos a decir todas juntas.

Guille se va muy lentamente del patio, seguramente para tratar de recuperar su celular. Mientras nosotras nos vamos a agarrar el WiFi de su casa, ya que Guille vive al lado del colegio. Si, alta suerte tiene.

Toca el timbre y nos dirigimos todos al aula. Antes de entrar vemos como empujan a Guille contra la puerta del aula, tiene rasguños en su mejilla, algunos ya inflamados.

-Guillermina, a dirección- Dice nuestra preceptora, Marcela.

-Pero el me empujo, yo no quise...- trata de explicar Guille su situación.

-No me importa- Marcela agarra suavemente a Guille del brazo.

Cuando ve la mejilla de Guille toda inflamada, y en algunas partes saliendo apenas sangre, Marcela detiene su recorrido y la mira con miedo y preocupación a Guille - ¡¿Que te paso ahí?! -mira Marcela con detenimiento la mejilla.

-Ah, creo que me raguñaron un poco...- comienza a tocarse para sentir que es lo que tenia.

-No! No la toques, te va a arder. ¿ahora que le digo a tus papas de esto? -Marcela se cruza de brazos.

Guille se encoge de hombros con la mirada gacha.

Este va a ser un día largo....

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