Deshice la maleta y ordené toda la cabaña ya que estaba desordenada. A saber que compañero me habrá tocado...
Ojalá sea tranquilo.
Alguien llamó a la puerta y vi que era mi hermana.
-¡María! ¿Que tal tu cabaña?-le pregunté.
-Pues bien, aunque me ha tocado con una chica heavy-se rió-¿A ti con quién te ha tocado?
Me encogí de hombros.
-Aun no lo se.
-¿Cómo que no lo sabes?
-Pues que aun no ha venido ni lo he podido ver.
-Ah,bueno. Pronto lo veras, si quieres te cambio la cabaña-se rió.
Negué la cabeza riendo.
-No te lo crees ni tu.
-Oh, vamos, por fis.
-No, ni lo sueñes. No pienso compartir cabaña con una chica que puede que me despierte todas las mañanas con un chillido.
-Pos ya no te quiero-hizo pucheros.
-Pos no me quieras-hice un gesto de indiferencia.
-Tengo sed-dijo-Vamos a la cafetería a tomar algo ¿no?
Asentí y salimos de la cabaña. Nos dirigimos a la cafetería.
Una vez allí observé el lugar, la cafetería estaba junto a un lago bastante bonito. Muchos chicos estaban escuchando música y otros se dirigían al estudio y mi hermana la glotona ya estaba comiéndose un trozo de pastél de chocolate.
Pedí un batido de vainilla y me senté a tomarmelo. Una chica se acercó a mi. Era alta y morena, sus ojos eran castaños y tenía una sonrisa muy bonita, sin duda era muy guapa.
-Hola, soy Nadine-dijo.
-Yo soy Paula-sonreí- Y ese ser horroroso que está deborando un trozo de pastél es mi hermana María.
Nadine se rió. Parecía que le caía bien.
-Encantada de conoceros...¿Es la primera vez que venís al campamento?-preguntó.
-Si-contesté-¿Y la tuya?
-Es la tercera vez que vengo-rió.
-Vaya, ¿ya has venido dos veces? Debe de ser muy divertido.
Ella asintió.
-Oye, ¿podrías enseñarnos el campamento?
-¡Claro!
Pasamos la tarde con Nadine, que nos enseñó el estudio,el lago, la hoguera,el escenario,el aula de baile y el bosque.
Llegamos al centro que es donde estaba el escenario y los caminos hacia las cabañas. Me despedí de Nadine y de María.
-Bueno, ya hasta mañana-dije.
-¡Hasta mañana!-contestó María.
-Mañana nos vemos-dijo Nadine.
Miré el tablón y vi que ya estaba puesto el nombre de mi compañero:
"Daniel Oviedo"
Caminé hacia mi cabaña y abrí la puerta y es entonces cuando lo veo, es el chico con el que hablé esta mañana, el que tenía un hermano gemelo.
-Tú...-dijimos al unísono y él me miró con una sonrisa.