103 la tristeza de un corazón
Desde que él se fue me decidí por volver a mi reino, no para irme de ese lugar sino por otra razón, ahora me encuentro en la entrada del castillo dirigiéndome al salón del trono
-Padre he vuelto-
-me alegro verte a salvo, Hikari-
-padre tengo una petición-
-¿Cuál?-
-iré con mi ejército personal y luchare contra el vaticano-
-¿Cuál es tu razón?-
-perdí a alguien importante por su culpa-
-tienes la evidencia, si, cuando regrese a ver la torre descubrí que la marca que estaba en la torre aquella noche solo puede ser creada por un ángel de alto rango, además esa no es la única razón, ellos intentaron matarlo tantas veces que hasta el mismo ha perdido la cuenta, ¡por eso he decido acabar con ellos!-
-ya veo, el odio te ha absorbido, está bien puedes ir en contra del vaticano, pero ten en cuenta que actuaras independiente de nosotros, si el vaticano pide la ayuda del reino del fuego tendré que pelear contra ti-
-lo comprendo-
Desde ese día ataco el vaticano constantemente, no obstante he detenido el ataque para dedicarme a la defensa de la ciudad, últimamente los demonios están tan activos como los ángeles, ahora mismo me encuentro en unas de las salidas defendiendo la ciudad de los soldados del vaticano
-otra vez tú, ¿Por qué defiendas esta ciudad?, sabes que el mal se encuentra aquí-
-¿el mal?, solo veo a un montón de gente tratando de convivir entre sí, eso es lo que trató de proteger y ustedes tratan de arruinarlo, por qué el deseo que este lugar se mantuviera asi yo lo protegeré-
-estás loca, ni siquiera sabemos a qué te refieres, bueno da igual al ataque-
Cientos de soldados alzaron las armas, mi ejército hizo lo mismo y los confrontamos, a pesar de lo entrenado que estaban los soldados del vaticano no eran rivales para mí y mi ejército, en cuestión de hora los exterminamos a excepción de uno
-sigo sin comprenderlo, porque arriesgas la vida de tus soldados en proteger lo que dejo alguien más-
Hikari atravesó su corazón con su espadón mientras tenía una mirada fría como el hielo
-porque él era alguien muy importante para mí, por eso si el no está solo me queda proteger lo que dejo atrás, así talvez pueda aun sentirlo cerca-
Hikari por un momento sus ojos cambiaron de frio a cálidos, aunque eso solo fue por un momento
-oye Hikari puedes venir un momento-dijo Rodner
-si-
Hikari fue con Rodner al árbol donde Samuel siempre dormía
-pienso irme de la ciudad por un tiempo, tengo pensado en hacerme más fuerte-
-dudo que me hayas llamado solo por eso-
-no, solo quería decirte que has cambiado bastante, antes nunca creí ver que podías poner un rostro tan frio-
-ya veo, tienes razón he cambiado, cada vez que trato de sonreír mi mente lo recuerda y comienzo a sentirme triste-
-lo sé, pero solo te diré que a el le encantaba tu sonrisa, sé que algún día volverás a sonreír nuevamente, bueno ya es hora de irme, aunque no soy el único que está saliendo de esta ciudad-
Eduardo y Byakko se dirigían al árbol
-solo quería visitar este lugar antes de irme-dijo Eduardo-
-ya veo tú también te vas, yo me quedare aquí protegiendo la ciudad por un tiempo, luego volveré a atacar el vaticano-
-lo siento por no poder ayudar-dijo Byakko
-no te preocupes-dijo Hikari
-buenos nos despedimos, adiós-
Ambos después de tocar el árbol se van a las afuera de la ciudad
-saldré en unos dos días, tendré que prepararme-
-está bien-dijo Hikari
Mientras observaba como se iban Rodner sonrió
-ya veo ambos se han dado cuenta de su debilidad, deben estar sufriendo por no poder haber hecho nada, quien diría que ese niño tendría tanta determinación, ya veo porque Samuel lo escogió como su discípulo-
-aún recuerdo esos días de la semana antes de esa catástrofe-
-yo igual al verlo así me recuerda esos días-
Mientras tanto en una habitación, un chico caminaba tambaleante hacia afuera de su habitación, todo era blanco y él se orilló en una pared para seguir caminando
-siento que mi cuerpo está a punto de romperse-
El chico al mirar al frente ve a otro chico pero este esta encadenado
-¿Quién eres?-
El chico con los ojos cerrados simplemente sonreía, era como si le estuviera dando la bienvenida
Siguiente capitulo: 104 días del pasado
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El mundo de los adeptos, Oscuridad
AdventureLos semi demonios son odiados por los humanos y utilizados por los demonios. Debido a esto, los pocos que hay han tenido que aprender a pelear desde muy jóvenes. Samuel es uno de ellos, viajará por muchos lugares, peleará con incontables enemigos qu...