Sonó la alarma, eso solo significaba que hoy era el inicio de un nuevo año escolar. Con 16 años de edad ya cursaba primero de bachillerato, espero que este año sea diferente a los demás y no sea tan desastroso como los anteriores.
—¡LIV EL DESAYUNO ESTA LISTO; BAJA QUE VAS A LLEGAR TARDE! —.
— No era necesario que grites de esa manera—.Respondí bajando las escaleras, me dirigí a la cocina por un vaso de jugo y unas tostadas luego me senté en el comedor ya que era una obligación.
Y ahí me encontraba, sentada en esa mesa con mi familia que es tan hostigosa para mi gusto, con unos hermanos tan escandalosos y unos padres que solo hablan de negocios y su empresa,luego, me encontraba yo; como siempre perdida en mis pensamientos imaginando con que clase de compañeros de clase me iba a encontrar, claro también pensaba si podré hacer amigos, si es que me ira bien con los profesores y materias.
—Esta niña otra vez viendo a la nada —. Reaccione al escuchar un chasquido de dedos,era mi madre como siempre controlando hasta mis pensamientos, era algo extraño veía como sus labios se movían pero no lograba oírla quizá era la poca importancia que le daba a lo que decía, trate de ponerle atención y de repente volvió mi sentido auditivo.—Pero que te pasa Liv, solo pasas con la mirada perdida ¡YA REACCIONA HIJA!—.Me quedo viendo fijamente como si esperara que dijera algo; Luego se fue sin decir mas.
Me retire y fui por mi mochila, al bajar ya no había nadie; el reloj marcaba las 7:30. Excelente llegaría tarde el primer día de colegio, como era de costumbre todo me salia mal. Fui caminando al momento que llegue a la escuela ni siquiera tenia idea de cual era mi salón, fui buscando en cada lista que estaba pegada fuera de cada salón; uno, dos, tres, cuatro, luego de 30 salones finalmente Liv Harrison,salón 35.
Abrí la puerta, todos me observaron.—Usted debe ser la señorita Harrison, primer día y llega tarde-me observo con desprecio. —Busque un asiento, y haga silencio—.Vaya señora repugnante era gorda de baja estatura con una cara de amargada, y unos lentes horribles.
Caminé hacia un asiento vació que se encontraba al fondo, me senté y en ese momento que estaba dispuesta a perderme en mis pensamientos. Escuché.
—Dave Castle, un gusto sentarme a tu lado—.Giré mi cabeza y lo vi era una chico con cabello negro despeinado , piel blanca como la nieve, en su rostro se notaban ojeras, vestía con un buso blanco, unos jeans negros y unos tenis color negro.—Liv Harrison— Respondí.— Bien Liv, cuando se acabe esta clase conocerás al resto del grupo—.
—¿Pero qué le pasa a este chico? ¿Quién dijo que quería formar parte de su grupo?; conocerás al resto del grupo—.Esas palabras resonaban en mi cabeza.¡Rayos! otra vez me perdí en mis pensamientos.
—Bien—Conteste como si no me importara.Espere que dijera algo pero lo único que hizo fue sonreír y luego volteo la cara.
No preste atención alguna de lo que decía la profesora solo observaba el reloj no podía esperar para que llegara la hora de almuerzo tan solo faltaba un minuto y de repente sonó la campana. El momento había llegado, conoceré al resto del grupo.

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LO QUE OCULTAMOS TRAS NUESTRA MENTE
Mystery / ThrillerEn la vida puedes encontrarte a muchas personas, algunas se van pero otras también se quedan y al tiempo que convives con ellas las vas conociendo, sus defectos, sentimientos más profundos, e incluso aunque ellos traten de "ocultar" su verdadero com...