La noticia que dio revuelo esa mañana, publicada en el periódico ruso, las redes sociales y las páginas de noticias parecía increíble. Seguramente muchos pensaron en primera instancia que era vil amarillismo, pero al ver las fotografías y llamar a Victor Nikiforov quienes podían contactar con él pudieron confirmar que en verdad la nueva estrella del patinaje artístico masculino había muerto.
"Yuri Plisetsky, joven patinador, mejor conocido como el "Hada Rusa", es hallado sin vida en la recámara de su esposo Victor Nikiforov" era todo lo que se leía por todas partes.
La policía decidió investigar el caso inmediatamente, una estrella como esa seguramente tenía muchos admiradores y, por consiguiente, muchos enemigos también. De acuerdo con las primeras investigaciones, el terrible suceso parecía tratarse de un suicidio, sin embargo, varios detectives que estudiaron el caso afirmaron que estaban frente a un homicidio premeditado y pertinentemente planeado para que pudiera parecer que era Yuri quien había terminado con su propia vida.
Lo primero que consideraron pertinente en llevar a cabo fue hacer entrevistas a todas las personas cercanas a Yuri Plisetsky. Sus familiares, sus compañeros, sus entrenadores y, por supuesto, su esposo.
Las conocidas "Yuri Angels" estaban devastadas; organizaron eventos de despedida para su querido ídolo y también protestas afuera de las estaciones de policía de toda la región para que hallaran al culpable y se hiciera justicia.
Todo el patinaje ruso se puso de luto y algunos patinadores y entrenadores extranjeros ofrecieron condolencias y apoyo a los familiares de la víctima.
Los ex compañeros del último Grand Prix en Barcelona fueron convocados a entrevista también. Resultó que tres de ellos se encontraban en San Petesburgo vacacionando, los demás tuvieron que tomar un vuelo para estar en Rusia a más tardar la mañana del viernes.
Se hicieron los preparativos pertinentes y hubo un funeral de despedida para Yuri al que asistieron todos los familiares y conocidos que tuvieron oportunidad.
Victor permaneció al lado del ataúd durante horas, llorando en silencio y mirando el lindo rostro inerte de quien ya no podría besar por las mañanas, acariciar por las noches y caminar a su lado de la mano por las tardes.
Moría de ganas por abrazarlo y besarlo, decirle lo arrepentido que estaba por los momentos en que lo hizo sufrir y que lo mejor que había podido sucederle había sido casarse con él. Quería pedirle perdón por su última discusión, tomarle la mano y volver a ver esa bella sonrisa y esos dulces ojos que respondían furiosos, tristes, alegres o enamorados siempre que él se acercaba a preguntarle lo que fuera.
–Te amo tanto, Yuri Plisetsky- murmuró y se desmoronó en llanto durante horas sin ser capaz de hallar un poco de tranquilidad en todos aquellos amigos y familiares que le ofrecían su apoyo.
Nikolai Plisetsky tuvo que ser internado después de la vela y el entierro debido a una complicación cardíaca que le generó la noticia y hubo que suministrarle sedantes a Victor Nikiforov por una crisis nerviosa que se desató durante su primera noche como viudo. Ellos serían los últimos interrogados debido a la inestabilidad de su salud, sin embargo, la policía rusa se puso a trabajar a partir del siguiente día y las entrevistas comenzaron el viernes de esa misma semana.

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¿Quién mató al Hada Rusa?
FanfictionYuri Plisetsky, patinador ruso senior, es hallado muerto. La policía rusa ha decidido investigar a todos los familiares, amigos y conocidos para descubrir quién de ellos atentado contra su vida o descartar el hecho de que se trate de un suicidio.