Instagram | Jikook (REEDICIÓN)

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@jeonjungkook comenzó a seguir a @parkjimin.

Realmente ese momento fue donde todo comenzó, el día en que me decidí a seguir a Park Jimin en instagram, aquella red social en la que nos volvemos los seres más superficiales del planeta, donde buscamos y subimos lo bonito. Nuesta mejor cara.

Realmente en instagram hay de todo, desde personas que solo suben fotos de comida, pasando por las que suben fotos de sus mascotas, y acabando en las personas que lo usan para exponerse, romantizarse. Y Park Jimin era de estos últimos, y yo realmente lo agradecía.

Park Jimin y yo no íbamos a la misma facultad, aunque si eran facultades vecinas. Yo me dedicaba a las artes plásticas, y Jimin a las escénicas, todo lo que tuviera que ver con la música y el baile estaba hecho para él. Al ser parte de la misma universidad y estar literalmente al lado nos solían invitar mucho a que fueramos a ver las actuaciones que habían estado preparando los alumnos cada trimestre. Pagábamos un precio simbólico para poder ayudar por los preparativos.

Pero poco importaba lo que hubiera que pagar si la persona que actuaba era Jimin, no solo lo digo por mi, realmente ese chico tenía a todos los chicos y chicas rendidos a sus pies, y no era de menos. El chico sentía y disfrutaba la música como nadie, se notaba en sus expresiones, sus pasos, el sudor... yo no sabía mucho de baile pero aún así sabía lo suficiente para poder ver la pasión en los ojos de Jimin cuando bailaba.

En cuanto a sus dotes vocales tampoco se quedaban atrás, tenía una voz dulce y aguda, pero no lo suficientemente aguda para ser estridente, ni lo suficientemente dulce para ser empalagosa, Jimin sabía controlar la balanza. Lo había visto cantar y bailar a la vez, y puedo decir a ciencia cierta que podría debutar como idol en cualquier momento.

Y para colmo es guapo, es decir, tener un crush en él no tiene nada que ver con que sea guapo pero es un plus que no le voy a quitar. Se había comenzado a teñir de rubio hacía unos meses y realmente me ponía a pensar si habría algo que a Park Jimin no le quedara bien. La respuesta era claramente que no.

Así que en cuanto vi los carteles de que había una nueva presentación de la facultad de danza no pude resistirme a ir.

- Yo que tu le hablaría - dijo Taehyung mientras íbamos de camino.

Taehyung es mi mejor amigo, y al parecer la persona más positiva en la faz de la tierra. Y al parecer tonta, no es que yo no fuera capaz de hablarle al chico más guapo del mundo, es que básicamente ni se preocuparía en leerme, y aún menos responderme. Y simplemente reí como respuesta a su comentario.

- ¿Qué? No es tan difícil - frunció el ceño.

- Ya claro, ¿cuantas veces has hablado con Hoseok?

- Eso es diferente, como no le hable de ecuaciones no me entiende - resopló.

Claramente Tae tampoco se atrevía a hablarle al chico por el que lleva dos años pillado, Hoseok, de la facultad de medicina. Se conocieron por un amigo en común y desde entonces no se lo quita de la cabeza. Realmente se cree que si piensa mucho en él, le hablará.

- Hay temas universales, Tae.

- ¿Como el tiempo? - enarcó una ceja.

- Por ejemplo.

Cuando llegamos el sitio estaba más o menos decorado como siempre, aunque al parecer habían cambiado el color de las butacas, las cuales eran ahora de un negro intenso contrastando al rojo de la alfombra de todo el lugar. En la psicología del color, el negro denota elegancia y sofisticación, mientras que el rojo la pasión, la emoción o la sensualidad, y para mi opinión artística, era demasiado perfecto.