- Aracely :
Estar en los brazos de David, hizo que me calmara en un gran porcentaje, era inexplicable lo bien y protegida que me siento cuando estoy con el. Pero de igual manera todavía no estaba totalmente lista para salir y enfrentar a los invitados.
No podía dejar de llorar, él no me decía ni una palabra, solo me abrazaba, y puedo jurar que para mi era suficiente. Hasta que por fin lo hizo.
> Mi amor tranquila - fue lo único que dijo, sus palabras hacían que mi corazón se tranquilizara de a poquito, sentir sus manos cálidas en mi rostro, secando cada una de las lágrimas, pienso en los invitados que seguro estarán intrigados por saber cuál es la razón por la que no estamos en la fiesta, trato de olvidarme al menos un poco de eso, sacarle ese peso, seguro entenderán o direactamente no hablarán del tema, por lo menos la familia aunque temo por la prensa, me tranquilizo pensando en que no conseguiran datos en ningún lado, solo pienso en mí bebe y en David, sus caricias sanan mi alma, como nadie logra hacerlo -
> David, por qué me tienen que pasar estas cosas a mi, por qué me tiene que arruinar este momento tan especial para nosotros - Dije entre lagrimas, a penas podía hablar, no lograba entender por qué justo hoy, por qué cuando estoy felíz tiene que venir algo a arruinarme, a matar cualquier esperanza que podría tener, trataba de pensar en positivo pero no lo estaba logrando, me fundí en los brazos de David, no me importaba nada, quería quedarme en sus brazos para siempre -
> Tranquila chiquita, por el bebé y por ti, mantente tranquila, esa mujer que aún no se quién es, no va a lograr opacarte la noche, ni nuestro día, vamos a lavarte la cara y bajar que los invitados nos esperan, ya veremos que haremos con ella, pero ahora no pienses en eso, piensa solo en cosas lindas, en nuestra familia y lo bien que la estábamos pasando, no dejes que nadie te arruine esto, que nadie te derribe, aquí estoy yo y no pienso dejarte sola nunca - Lo había olvidado, aun lo le decía a David quien era aquella mujer, pero tampoco lo haría ahora, no estaba lista para dar explicaciones, de a poco me iba sintiendo mejor, el tenía razón nadie tenía porque arruinar nuestro festejo, a parte había muchas razones para estar felíz, estoy con el hombre que más amo conmigo, mi bebé en camino, nada ni nadie tiene el derecho de arrancarme esta inmensa felicidad que siento.
> Tienes razón mi amor, nadie tiene porque arrebatarnos esta felicidad, te amo y a seguir festejando.
Ahora voy a ir a mi habitación a producirme un poco, reconstruirme, mi maquillaje esta un desastre por tanto llorar, espérame abajo, avísale a los invitados que un ratito vuelvo, diles que subí a arreglarme.
> Está bien mi hermosa, te espero abajo, no te tardes. Te amo mas que nadie, nunca lo olvides.
- David :
Me dirigí donde estaban los invitados, estaba emocionado por ver la reacción de Ara al ver mi pequeño regalo, tengo la esperanza de que la haga olvidar al menos un poco el mal momento que esta pasando, quiero que disfrutemos este día, por esta razón no quise hacerle muchas preguntas acerca de quien es aquella mujer, quiero darle su tiempo, y cuando ella este preparada lo charlaremos o no, ojala que si.
- Aracely :
Hablar y estar con David me hizo bastante bien, ya estaba mucho mas tranquila.
Entre a mi habitación, y lo primero que vi fueron unas rosas sobre la cama, no estaba muy segura de quien serian, tenia una hipótesis de que podía haber sido mi madre, pero no estaba segura, no podía quedarme con la intriga, necesitaba saber con certeza quien las había dejado allí.
Tenían un sobre, lo abrí y las lagrimas empezaron a caer, pero esta vez de emoción, de amor y felicidad.
Carta de David :