《Brownies sin nuez》

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Al oir el golpeteo en la puerta, corre con el alma que lleva el diablo a abrirle. Detrás yace el chico de sus sueños mirando su celular, sentado sobre una maleta y golpetando sus uñas contra otra. Al ver la puerta abrirse tan rápido la mira sorprendido. Admira el rostro sonriente de su novio unos segundos para saltar sobre él en un abrazo. La maleta en la que se sentaba cae en un sonido sordo. Se acurrucan contra el otro bajo el umbral de la puerta de la suite del mayor.

Suite que apartir de ahora compartirían.

No hace falta decir nada, con un gesto caballeroso lo invita a pasar, lo que gustoso hace. Toma ambas maletas y las arrastra detrás suya hacia adentro. Las deposita junto a la puerta para admirar como el cabello -¿rosado?- de su novio vuela al arrogarse de cara al sofá. Sus pies cuelgan del borde. Ahora que lo ve así, se percata de cuánto a crecido -antes, sus pies no colgaban-. También nota cuánto le gusta cambiarse en color de su cabello.

- Hace tres semanas tenías el cabellos verde. - dice, apoyandose sobre el respaldo. Toma un mechón rosa entre sus largos dedos y juega con él. - Al menos, si te pierdes en un bosque, fácilmente van a encontrarte. - ríe por su propio chiste. Napstablook lo calla posando un dedo en sus labios.

- Ahora no. Cansado para discutir. - dice con sus ojos cerrados. Mettaton se toma un tiempo para admirar la piel que se asoma por el borde de sus pantalones a cuadros, sus delgadas y largas piernas, la pequeña cueva que forman sus labios, su rosado y alborotado cabello. Gustoso piensa que eligió ese color por ser su favorito.

- Qué triste. - dice sarcástico. - Entonces, creo que voy a comer estos brownies con azúcar impalpable yo solito. - uno de los azules ojos lo miran.

- ¿Tienen nueces? - murmura en el tono más infantil imaginable.

- Tengo más que claro que no te gustan, no. - responde. El delgado cuerpo se levanta bruscamente, asustandolo un poco. - Aunque falta algo antes de comerlos. - su amor levanta una ceja. - Cocinarlos.

*****

- ¡Napstablook, ¿puedes dejar de comer la pasta?! - grita Mettaton en dirección a su novio, quien sostenía el recipiente de brownies crudos entre las piernas. Soltando la cuchara, le enseña las palmas.

- Ok, ok. No tienes que gritarme. - responde, relamiendose los labios con sabor a chocolate. Mettaton suelta un sonoro suspiro.

- ¿Qué voy a hacer contigo? - se acerca a su boca para plantar un inocente beso en esta. Se separa con un rostro sorprendido. - Entiendo porque te comes la pasta, es deliciosa. - rie.

- Eso significa... - comienza Napstablook. - ¿qué me dejarás comerla? - el semblante de Mettaton cambia dramáticamente, un rasgo icónico suyo. Le arrebata el recipiente de un zarpazo, soltando un quejido del teñido.

Mettaton deja el recipiente en la mesada, junto al molde, para sacar la manteca del refrigerador. Al volver, Napstablook lo espera sentado con los codos sobre la mesa mientras juega con sus manos. Se sienta junto a él y acerca el molde.

- ¿Me haces los honores? - pregunta, alzando la manteca a la altura de su rostro.

- Ni pienses que voy a tocar eso. - responde, sin soltar su dulce sonrisa. La mirada acusadora de Mettaton lo atraviesa, pero no se mueve. El mayor suspira, poniendose manos a la obra.

- Cambiaste. - susurra.

- ¿Qué fue eso? - pregunta, inclinandose un poco sobre la mesada.

- ¿Has estado tomando las pastillas? - dice, mirando directo a sus ojos celestes. Estos se abren en sorpresa, pero luego se calman. Asiente con la cabeza, meciendo los rosados cabellos. - Se nota. - su acompañante alza una ceja mientras toma el recipiente para verterlo sobre el molde. - Estás más animado, más contento. - su voz suena tan baja como un susurro. - Hace años no te veo tan radiante. - su rostro se parte en una sonrisa para el menor, quien se encoje de hombros.

- Supongo que sí. - parece algo desanimado. - Las pastillas, seguramente. - pausa, amaga con decir algo múltiples veces.

- Si quieres decir algo, tan solo-

- No me gusta que hallas dicho "cambiaste". - escupe. Sus cejas se unen en una expresión ofendida. - No cambié, sólo estoy drogado de pies a cabeza. - Mettaton abre los ojos, ignorando el hecho de que está volcando parte de la mezcla en la mesa. - No pienses que no me dí cuenta. Sé que realmente no estoy alegre y lo odio. - las manos del mayor tiemblan. Por otra parte, Napstablook se vé muy determinado. - Maduré y entendí. La depresión no tiene cura, tampoco es una enfermedad. Las pastillas mienten, esconden un estado de ánimo radical con drogas. No me estoy quejando de ellas, de hecho pienso que me hicieron muy bien; sólo me siento incómodo, es todo. - el recipiente yace medio lleno junto al molde, sobre un charco espeso y amarronado. Mettaton está más sorprendido que nunca. Napstablook nunca hubiese escupido tanta información por su cuenta. - Lo siento, debe ser duro para tí todo esto. - pero lo más asombroso de todo esto, era su rostro. No se vé triste, ni enojado. Se vé completamente indiferente, calmado. Ni una señal de tristeza.

En cambio Mettaton... él no tiene palabras. Mira adombrado a los ojos vacíos de su pareja, quien está siendo liberado del efecto de la droga a la que llaman pastillas.

- Claro que es duro para mí. - susurra. Napstablook lo mira con confusión a causa de que no lo había oído. - Napstablook... - el de cabello rosado se alarma. "Napstablook" sólo se utiliza en situaciones serias. - ¿En serio crees eso?

- Al menos ahora, sí. - "ahora". Se refiere al estado casi libre de droga en el que se halla.

- Pero... Tú mismo lo dijiste, estás mejorando. ¿Acaso no te sientes bien con eso? - silencio.

- Sí. No. Mejoré y me alegro, pero no siento que yo como persona haya logrado eso. Ellas lo hicieron. -

- Pero tú tuviste la voluntad para tomarlas. - responde, acariciando el borde del recipiente. - Recuerdo que a eso de los dieciséis años no las querías ni ver. - pausa. - ¿Lo recuerdas?

- Empeoré mucho. - dice, perdido en un punto lejano. - Casi me ma-

- No. - lo para Mettaton, casi matándolo con la mirada. Cierra los ojos y respira profundo. - El punto es que todo empezó por tí. Si tú no hubieses empezado a tomar las pastillas regularmente, quien sabe dónde estarías. - tras aún más silencio lo toma entre sus brazos por la cintura y acomoda su rostro en su cuello. Las manos lívidas de Napstablook recorren su espalda en suaves caricias. Se besan en el abrazo, una tibia sensación de pureza crece entre sus cuerpos. Se regalan sinceras sonrisas, Mettaton se siente algo más aliviado al saber que es una sonrisa auténtica y no inconsciente. Las puntas de sus narices rozan tiernamente mientras apretan los ojos y se desesperan por todas más del cuerpo ajeno.

Se quieren, y mucho.

*****

Todas las luces apagadas, el televisor emana voces de actrices y actores en un volúmen muy bajo, unos brownies quemados en la mesa y una pareja joven acurrucada en el sofá; demostrandose su amor en inocentes besos.

Sin una pizca de lujuria.

*****

Quedo re croto. Lo publico porque hace mil no publico nada. Sorry.

((Se suponía que iban a ser ellos dos cocinando, no puedo no meterle tristeza a las cosas, ¿no?))

Incest《Mettablook One-Shots》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora