Capítulo 23

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Cuando la luz gris de la mañana sacudió el sueño de Erik, se sentía razonablemente descansado. Afortunadamente, no tuvo ninguna pesadilla.

Abrió los ojos lentamente - la luz lastimaba, pero, por encima de todo, percibió que algo importante faltaba. Como si hubiera algo preocupante en el borde de su conciencia, pero no podía hacer nada al respecto en el estado en el que estaba.

Cuando Erik finalmente recordó dónde estaba, también vio que la cama y la almohada a su lado estaban vacías. Sólo la débil luz de la mañana golpeaba las sábanas y las manos de Erik se dispararon automáticamente hacia allí para encontrar algo -o  a alguien que no estaba allí.

Estoy aquí, llegó a su mente la voz lejana de Charles, cuando sintió la primera oleada de miedo y de inmediato se sentó, todo tipo de escenarios violentos y posibilidades invadieron su mente. Volvió apresuradamente la cabeza y divisó a Charles a la distancia, sentado al lado de la ventana, mirando hacia fuera.

Erik dejó escapar un suspiro de alivio y sus hombros cedieron, sus sentidos en alerta se fueron relajando.

Por unos segundos, el cuerpo y la mente de Erik se acostumbraron al cuarto polvoriento del hotel y a la propia situación.

Entonces también tuvo tiempo para pensar en su reacción aparentemente automática de encontrar a Charles a su lado, y se sintió un poco incómodo con la rapidez con la que se asustó. Había algo predatorio en la forma en que había reaccionado para encontrar cualquier peligro que pudiera estar allí para amenazarlos. Era...extraño.

Al final, Erik se obligó a ignorar esa línea de pensamiento y, en su lugar, volvió su atención a la situación actual.

Levantó la mirada y observó a Charles por un tiempo, tranquilizándose a cada segundo. Charles parecía haber despertado hace algún tiempo, pero Erik había perdido la noción del tiempo en medio del caos del día anterior.

Las partículas de polvo bailaban lentamente en el aire alrededor de Charles, y su cabello estaba bañado por la luz gris de la mañana. La escena parecía increíblemente artística, detenida en el tiempo, serena, pintoresca. Erik se sentó recto, y el cuarto se mantuvo en silencio.

Claramente había dejado de llover, al menos por el momento, aunque Erik podía divisar algunas nubes pesadas por la ventana en la que Charles estaba de frente.

Se pasó la mano por el cabello -repentinamente confundido por lo natural, lo correcto que parecía el momento. El cuarto de hotel estaba lejos de ser nuevo u ordenado, y habían tantos libros viejos, periódicos amarillentos y polvo que hacía que el aire oliera a moho. Pero a Erik realmente no le importaba. Había pasado tiempo suficiente en una celda acolchada, demasiado blanca, muy quirúrgicamente limpia, con infinidad de plástico y luces brillantes -así que, lo oscuro y polvoriento le parecía muy bien. Y eso en referencia al cuarto -no le daba la mínima importancia. Su atención era atraída hacia el espacio cerca de la ventana, como si sus ojos estuvieran pegados allí.

Charles inclinó la cabeza un poco y apoyó su rostro en la mano. Parecía estar sumido profundamente en sus pensamientos, pero con el enlace roto, Erik no tenía idea de lo que Charles estaba pensando -ni siquiera cuál era su estado de ánimo. Era frustrante, porque había utilizando el enlace entre sus mentes y recibiendo algunos impulsos e información por parte de Charles, aunque sólo fueron vagas sensaciones y emociones.

El vínculo roto todavía era una herida no cicatrizada en lo profundo de la mente de Erik -como si sus lazos desgarrados estuvieran ansiando dolorosamente sus pares restantes, negándose a recuperarse y volver a la normalidad. ¿Pero qué era 'normal' ahora? Erik había probado algo demasiado bueno como para volver a ser completamente el mismo de antes. Por muchos años, había utilizado su casco, casi paranoico para ser telepáticamente intocable y tener completo silencio y privacidad dentro de su cabeza. Ahora deseaba lo contrario. No importa cuánto Erik se hubiera negado a asumir que el principal motivo de haber utilizado el casco fuera por Charles, en algún lugar en el fondo siempre supo que había un poco más de verdad en eso.

Dark FlowersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora