XVII

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Es más de media noche,
Me encuentro en lo más alto de un edificio,
Sentada en el filo, en una baranda,
Miro el cielo y sólo la luna me acompaña,
La noche y el frío son los únicos que me abrazan,
Mi mente me recuerda lo que tenía en mi bolsillo,
Me reviso ansiosa mi chaqueta,
Encontrando una caja de cigarrillos,
Me queda sólo uno,
Últimamente e andado muy ansiosa,
No recuerdo como es que  la caja, se ha quedado vacía,
Tomo mi encendedor y lo pongo el cigarro entre mis dedos,
Doy mi primera Calada,
Voy despacio, va ser una noche muy larga,
Suelto el humo de mis pulmones,
Y mientras el humo se disuelve,
Mis recuerdos gritan en mi mente,
Aún recuerdo las promesas, tu sonrisa,
Y ese beso en mi mejilla,
La vez que me dijiste que yo era tu niña consentida, que nunca me dejarías,
Y Una sonrisa irónica se me escapa,
Quién diría que una vez creí que eras mi vida, Al menos así me decías,
La noche se vuelve más fría y a su vez más sombría,
Voy por mis segunda calada,
Mis ojos empiezan a empaparse,
Pero del mismo frío que hace logran disiparse,
El humo de mi boca, se mezcla con la brisa,
Y me parece escuchar una voz muy conocida,
Advirtiéndome y diciéndome que estaba en lo incorrecto,
Y yo de tonta no seguí su consejo,
En ese instante me disculpo con mi conciencia,
Y que para la próxima le haré caso,
Me empiezo a reprochar como es que llegue así,
Perderme tanto, por alguien que no merecía ni lo más mínimo de mi cariño,
Antes de conocerte era feliz , no hacia nada más que sonreír,
Y todo cambio después que te conocí,
Al principio me dibujaste un futuro infinito,
Y hoy lo único infinito eran tus mentiras,
Ya en mi tercera calada no siento el frío,
En mi cuerpo, sólo un vacío por dentro,
Miro hacia arriba y veo a la luna,
Siento envidia estando sola aún brilla,
Una mezcla de sentimientos siento en mi pecho,
La cuarta calada tranquiliza un poco mi estado,
Estoy decidida a olvidarte al terminar este cigarro,
Te comparo con él, sí después de todo,
Se parecen mucho, no durará por mucho,
En sólo unos momentos logro darme calor,
Tu esfumaste como el humo, que en  mi boca desató,
El único problema es que quién quedo en cenizas fui Yo,
Ya te queda poco en esta calada te olvido,
Y así una sonrisa juntó a una carcajada suelto,
Me libero de todo y estoy lista para buenos recuerdos,
Pues los tuyos quedarán en cenizas con este cigarro,
La noche parece irse, y no me percate,
La noche fue larga y quedaste en el ayer,
Quedaron las cenizas, vi el sol y sonreí,
Me tome unas mentitas,
Que en mi pantalón encontré,
Y me puse a cantar mi canción favorita,
Mientras observaba el amanecer.

Lady_qf

Un Verso para TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora