Eran casi las ocho de la mañana cuando me desperté. Tomé mis lentes de la mesita de centro y me dirigí al baño paralavarme la cara porque todavía me sentía adormilado. Subí las escaleras y abrí lentamente la puerta de mi habitación,necesitaba buscar en el cuarto de baño mi cepillo de dientes y la pasta dental.
Saqué lo que necesitaba, pero antes de salir, no pude evitar la tentación de acercarme a la cama. Pansy parecía una niñaasí dormida; estaba acostada de medio lado y abrazaba fuertemente una almohada. Mis manos picaban por apartar losmechones oscuros de sus cabellos que cubrían su rostro, presentía que podía molestarle. El deseo ganó, así que con muchocuidado le quité el cabello de la cara. Quedé impresionado por sus largas pestañas, negras, curvadas, descansandodelicadamente sobre su piel, aunque era más impresionante ver sus ojos: tenían un extraño azul, fuerte, vivos, tentadores.Su nariz pequeña y respingona me causaba gracia, y más cuando la arrugaba. Sus labios rojos se encontraban entreabiertos, era ilógico, pero casi podía asegurar que esperaban un beso. Con las yemas de mis dedos, acaricié su mejilla y lasuave línea del contorno de su cara. Ella suspiró y abrazó con mayor fuerza la almohada.
Salí rápidamente de ahí, antes de hacer una tontería y despertarla. Caminé al baño que se encontraba en ese pasillo y measeé un poco. Cuando salí, en el pasillo me encontré a James restregándose los ojos con pereza, pero al verme sonrió.
—Buenos días, papi —dijo él.
—Buenos días —le sonreí y lo tomé en brazos. Me gustaba cargarlo, pues muy pronto sería lo suficientemente mayor comopara permitirlo.
—Papi, no hagas eso, ya no soy un bebé —se quejó, pero no hizo el intento de bajarse.
—Para mí siempre serás mi bebé. Pero no hagas mucho ruido, Pansy sigue dormida —le dije al ver que iba protestar.
—¿Pansy durmió aquí? —preguntó él con los ojitos muy abiertos y una sonrisa.
—Sí. Anoche estaba muy cansada y se quedó dormida —le conté, caminando hacia la cocina—. ¿Quieres desayunar? —lepregunté.
—Sí. Quiero huevos revueltos —dijo él.
—Huevos revueltos será.
Nos metimos a la cocina y lo senté en una silla, mientras buscaba los ingredientes, pero Dinky apareció y me quitó todo delas manos, su día de descanso había terminado y sé que a pesar que le dijera que yo podría preparar el desayuno, ella nome dejaría. Así que, mientras ella preparaba los huevos, yo preparé un poco de café y zumo de naranja, bajo su miradaindignada.
Cuando todo estuvo listo, me senté en la mesa y empezamos a desayunar, quería esperar a Pansy, pero no queríadespertarla, era mejor que continuara durmiendo, ayer lucia tan cansada en realidad.
—Ayer nos divertimos mucho —dijo James con entusiasmo, después de beber un vaso de jugo—. Pansy sabe nadar muybien, tú no la pudiste atrapar, papi.
—Cierto, Pansy nada muy rápido —respondí con una sonrisa.
—Aunque me molestó...
—¿Qué te molestó? —le pregunté interesado.
—Unos hombres que estaban ahí cerca, dijeron que la chica con el traje de baño negro era muy hermosa y sexy, y la únicade negro era Pansy —dijo James con enojo.
La imagen de ese tipo acercándose a Pansy e invitándole a beber algo, hace que mi sangre hierva nuevamente. Malditospervertidos.
—Papi, ¿Qué es sexy? —dejé de sentir esa molestia al escuchar la pregunta de James.
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Imposible no amarlo | Hansy
FantasyHarry Potter y Pansy Parkinson. - Parte 1. Esta fue mi decisión y no me arrepiento, di la vida por mi hijo. Parte 2. Pansy cree que hace lo mejor al alejarse de James ¿estará en lo correcto?, pero que pasa si ese niño travieso ya le robo el corazón...