Y ahora tu ( Malú )Antes de ti, no,
yo no creía en Romeos, Julietas, muriendo de amor.
Esos dramas no me robaban la calma, pero la historia cambió,
pero esta historia me cambió...
Por donde empezar....Normalmente se empieza por el principio, es la manera mas sencilla de explicar las cosas, y algunas veces cuando cuentas una historia te dedicas a dar saltos, por que de repente se te ocurren cosas que pensabas que te has dejado a atrás, y te dedicas a contarlas pensando que es muy importante contarlas en ese momento, es como cuando cuentas una película de misterio, la estas contando y cuando vas por la mitad te das cuenta que te has dejado atrás algo que es muy importante para el final pero que se te paso contarlo, así que das un paso a atrás para poder explicarlo todo.
Lo que si es cierto, es que en esta historia, hay un antes de ti, un antes de ella. Un antes de todo, por que antes aunque existía todo, para el no había nada.
Es extraño como nuestra vida es nuestra hasta que aparece esa persona y deja de ser nuestra, pasa a ser completamente de ella, por que nuestros actos, lo que pensamos, lo que sentimos gira a su alrededor y no podemos hacer nada para cambiar eso.
Realmente el antes de ti, importa poco, importa el durante, y como las historias que vivimos, cambian a las personas.
Si tenemos que contar la historia desde el principio, nos tenemos que remontar a un día en un parque. Un día soleado, en el que solo se estaba cómodo debajo de las sombras de los árboles, por que cualquier otro lugar supondría sucumbir ante el calor.
Sobre el banco del parque, solía tumbarse para descansar un poco después de salir del trabaja, con la temperatura que hacia era una autentica locura, pero había tomado la precaución de empaparme la camisa, lo que había echo que se me mojara también el pantalón, por lo que la imagen que ofrecía no era demasiado presentable. Aun así la posibilidad de poder tumbarme a la sombra era demasiado tentadora como para dejar de hacerlo.
También es cierto que en casa no me esperaba nada, tan solo la televisión, un aire acondicionado, y algo en la nevera para calentar en el microondas.Tumbado en el banco recordaba por que sus hermanos me llamaban J, y como desde que lo hacían ellos todo el mundo lo llamaba así, algunas veces incluso yo mismo olvidaba mi nombre, tenia que ir al carnet de identidad para recordarlo. J era el sobrenombre que le habían puestos sus hermanos, cuando los gemelos no llegaban a pronunciar su nombre completo así que se limitaban a llamarlo por su inicial.
La verdad que mi vida pasaba, era la mejor definición para mi vida, pasaba, cada mañana me levantaba, una ducha y al trabajo, después esa media hora en el parque que era oxigeno en mis pulmones, por que era una forma de desconectar de todo, y mas tarde solía pasarme dos horas delante de la tele, para después adelantar un poco de trabajo y acostarme.
Mis compañeros de trabajo me pinchaban para que saliera con ellos después del trabajo, una comida, o una cena, lo había echo un par de veces, pero al final desistí de hacerlo mas, en esas salidas después de la comida, terminaban en un bar, donde después de ingestas de alcohol que sobrepasaban en mucho mi resistencia, se dedicaban a molestar a cualquier chica que tuviera la mala suerte de encontrarse en el mismo sitio. Yo terminaba bailando en un rincón sin importarme demasiado lo que hacían mis compañeros o si alguna chica se quedaba mirando mi extraña, digámoslo así, forma de bailar.....
La verdad es que desde que había salido de la universidad, y había comenzado a trabajar había dejado de lado la vida social, en parte por que no le encontraba aliciente a la misma, en parte por que al quedarme solo al cargo de mis hermanos, los gemelos, tuve que afrontar los problemas que tiene un padre de unos niños de 6 años, con apenas 23 años. Ahora los gemelos ya tenían 20 años, con mi esfuerzo había conseguido que los dos fueran a la universidad y dada su inteligencia, había conseguido que estudiaran fuera, lo que me había dejado un vacío, que ahora costaba llenar.
Antes simplemente me esperaban, los dos en casa, algunas veces, hasta me preparaban la comida, pero ahora, simplemente prefería quedarme en el parque antes de llegar a esa casa vacía.
Ese día, el día en cuestión, estaba tumbado, y una melodía, llego a mis oídos, tampoco es que la música, estuviera muy alta, simplemente tenia el volumen lo suficientemente alto para que mi cabeza girara al oírlo.
Era una canción que no dejaba de sonar en la radio, una canción que hablaba de amor, de un amor desesperado. De cómo las personas sienten en algún momento algo que les cambia la vida.
En ese momento, en el momento que gire la cabeza, la vi, era su móvil el que sonaba, la verdad es que podría decir un millón de cosas, podría definirla con un millón de palabras, y de todas esas palabras ninguna le haría justicia.
En lo primero que me fije, fue en sus zapatos, fue lo primero que vi, por que pasaba justo en ese momento a mi altura, tacones altos, de un zapato abierto formando un entramado que se entrelazaban para mostrar sus dedos, que aunque tenia el meñique montado sobre el otro dedo, lo que le daba un aire infantil, podrían decirse que eran perfectos, mientras subía la cabeza, me perdí en la longitud de sus piernas, que aunque en ese momento no pude decir si era muy alta o no , en ese momento y dada la perspectiva, me parecieron interminables, no pude por menos que pararme en la forma de sus gemelos al andar con esos tacones, por que marcaban cada fibra de los músculos de sus piernas, después una falda corta, negra, perfecta. Una camiseta blanca, que marcaba, su cintura, su estomago y su pecho, no se que expresión tendría, pero pienso que cualquiera que me viera, me habría calificado de satiro para arriba.
En ese momento ella paso por mi lado, y tal y como estaba sentado en el banco, tuve que hacer un movimiento raro, para poder seguir mirándola, que hizo que terminara en el suelo con un estrepitoso golpe. Como tenia la camisa y los pantalones empapados, el albero se pego a ellos como una plasta, y yo, no hacia mas que intentar incorporarme, pretendiendo que no me iba a dejar mi dignidad en el suelo, junto a mi cartera.
Cuando conseguí incorporarme, me di cuenta que ella, se había vuelto, y me miraba, entre extrañada y sorprendida. En ese momento pude ver su cara, no se si eran su nariz, sus ojos o su boca, pero el conjunto de los tres era cuanto menos perfecto, de repente sus labios se entreabrieron para mostrarme una sonrisa que conseguía que se parara el mundo. Sentí como si el planeta se parara, y bajo mis pies se produjo un pequeño terremoto.
De repente me perdí en su mirada y su sonrisa, y vi como se acercaba lentamente hacia mi, cada paso que daba era como si el suelo fuera a romperse y dejarme caer a un abismo, y lo único que me sujetaba era su mirada.
Casi sin darme cuenta la tenia enfrente mía, mirándome a los ojos, con esos ojos indescriptibles, di un paso atrás perdiendo el equilibrio, por que tropecé con la pata del banco, caí sobre el césped, ella volvió a sonreír, como si le recordara un episodio de Mister Bean. No pude mas que agachar la cabeza, intentando no mirarla, y esperando que se marchara dejándome en el mas absoluto de los ridículos. Pasaron unos pocos segundos, para mi fue, uno de los momentos mas largos de mi vida, es como si el tiempo se hubiera detenido.
En esta postura, de entre mi camisa salio la identificación de la empresa, y quedo colgando a la altura de mi pecho, a decir verdad era lo único que podía ver. De pronto vi como una mano la cogía, y la levantaba, cuando alce la vista lo primero que me encontré fueron sus ojos entornados mirando con curiosidad la tarjeta. Lentamente su cabeza subió, dejando sus ojos frente a los míos, su mirada era picara y traviesa y sus ojos se movían como si fueran ellos los que sonreían, de repente sus labios hicieron un chasquido, seguido de un:
"Interesante, esto es muy interesante"....
Después se incorporo, giro sobre si misma con un paso casi marcial, y se alejo mientras veía hipnotizado el movimiento de sus caderas.
Salio por la puerta del parque pensando que jamás la volvería a ver, no podía estar mas equivocado, por que no seria la ultima vez que la viera, y además mientras se alejaba comencé a sentir, un vacío en el pecho, mientras sentía que lo único que podría rellenarlo era su mirada.
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Todos las canciones me recuerdan a ti
Roman d'amourUna historia de como puede ser la vida