Me enamore de ti (Chayanne )
Si no estás conmigo se me escapa el aire,
corazón vacío.
Estando en tus brazos
sólo a tu lado siento que respiro...
No hay nada que cambiar,
no hay nada que decir...
Si no estás conmigo quedo entre la nada,
me muero de frío.
Ay! cuanto te amo,
si no es a tu lado pierdo los sentidos...
Hay tanto que inventar, no hay nada que fingir...
"me enamoré de tí"...
Y pasaron dos semanas, la verdad que durante ese tiempo espere que anocheciera en el parque, esperando encontrármela otra vez, se convirtió, casi en una obsesión, bueno para ser sinceros si era una obsesión. Cada vez que cerraba los ojos, lo único que veía eran los suyos, cada vez que me dormía solo soñaba con mis manos sobre el césped y mientras mi cabeza se incorporaba y se encontraba con su cara, perfecta. En ese momento me despertaba, recordando cada facción que la definía, cada lunar de su piel, que se había grabado en mi cabeza, como si una cámara de fotos se tratara.
Llegando a la tercera semana desistí, y la verdad era que no podía sacarme de la cabeza, sus palabras, ese dulce interesante, no se era como si me quisiera haber dicho algo y yo no supiera descifrar la clave que escondían esas palabras.
Por lo demás mi vida seguía igual, trabajo, mas horas de parque, llamada a los gemelos, para ver como llevaban el día, un poco de comida, y intentar dormir, sin que la imagen que tenia en mi cabeza apareciera, para intentar descansar un poco.
Hasta que llego el día, entraba por la puerta de la oficina, en la recepción, Marta, la persona encargada del teléfono se me quedo mirando, la verdad que después de tres semanas, de poco sueño, y poca comida, mi apariencia no era demasiado presentable, aunque intentaba que si lo fuera. Cuando pasaba por su lado me hizo un gesto intentando llamar mi atención, me gire para colocarme enfrente tuya, en ese momento me dijo,
Que tal J, me da la impresión de que estas enamorado.....
Yo cambie mi expresión de cansancio a sorpresa, y tan solo pude emitir un gruñido, intentando hacerle ver a Marta lo equivocada que estaba.
Marta, era una chica mona, que la verdad es que se preocupaba de todas las personas de la oficina, estaba al tanto de la vida y milagros de cada uno de nosotros, y además nos aconsejaba siempre que tenia oportunidad. La verdad es que se había tirado con un novio mucho tiempo y pocos meses antes de la boda el novio había decidido que no estaba preparado pero lo hizo sin consultárselo a ella.
Eso había echo que Marta, cambia un poco la visión que tenia de los hombres, pero nosotros, sus niños, como a ella le gustaba llamarnos, estábamos fuera de ese circulo, eso hacia que en parte no pensáramos en ella como la mejor amiga que podríamos tener, y creo que el sentimiento era reciproco.
Después de mi respuesta, la sonrisa de Marta, me hizo pensar que tal vez tuviera razón, no me había planteado esa posibilidad, no es que en la universidad no hubiera tenido mis historias, pero mi situación, con mis hermanos, me limitaba mucho las relaciones y yo necesitaba estar concentrado en poder salir al mercado laboral lo antes posible para hacerme cargo de mis responsabilidades.
Mientras me marchaba hacia mi despacho, escuche como Marta me decía que a las 9 tenia una reunión para darle la bienvenida a los alumnos en practicas que llegaban esa mañana.
Pase las primeras horas ordenando mi despacho, como siempre mi mesa estaba hecha un desastre pero no quería que los alumnos se llevaran una primera mala impresión, ya tendrían tiempo de hacerlo, en los 6 meses que estarían en la empresa.
Después de salir de la Universidad, conseguí un trabajo en una empresa familiar que me permitió sacar a delante a mis hermanos. Supuso un gran esfuerzo pero al final lo conseguí, y tuve suerte por que además de tener la confianza de los responsables de la empresa, y gracias a que la informática se había vuelto esencial en el mundo empresarial, conseguí estar muy valorado y respetada en la misma.
Además la empresa había crecido y tenia una posición desahogada que me había permitido llevar a mis hermanos a estudiar al extranjero.
Por ese motivo tenia que estar presente en la presentación de los becarios y seguro que alguno formaría a pasar forma de mi departamento, en el que ya tenia a dos personas a mi cargo.
Después de la limpieza cogí una botella de agua de la nevera, y después de darle un buche, que hizo que se me derramara en la camisa, me di cuenta que era las 9 y cinco, así que, aun estando mojado me dirigí a la sala de reuniones, por que ya llegaba tarde.
Cuando entre en la sala de reuniones un grupo de 10 personas, se me quedo mirando fijamente, por que al abrir la puerta me convertí en el foco de atención, con la ropa empapada, y la camisa por fuera, no es que diera demasiada buena impresión, mi jefe me sonrío, sabia como era y le quitaba importancia a esas cosas.
No preste demasiada atención a la gente que había en la habitación y me hundí en un de los sillones que quedaban libre esperando que nadie se fijara en mi.
Sobre la mesa estaba la documentación del personal de practicas, así que la recogí, y me puse a ojearla, pensando que así podría desviar la atención sobre mi.
había 7 personas, que realizarían las practicas en la empresa, 4 chicos y 3 chicas. Manuel, Juan, Francisco y José, de ellos José, se quedaría en mi departamento, la verdad que el curriculum estaba bastante bien.
Martina, Carmen y Lucia eran las chicas, y aunque Martina y Carmen tenían la experiencia para pertenecer a mi departamento solo me podría quedar con una, la otra seria la asistente del jefe, que necesitaba mucha ayuda en tareas de informática y aprovechábamos a los alumnos de practicas para desahogarnos un poco de esa tarea.
Mientra que miraba los curriculum sin foto, no sabia por cual decidirme así que espere a que me presentaran a lo candidatos.
Mientras mi jefe, le explicaba a los becarios, como era la empresa y a que se dedicaba, yo termine de leer los curriculum y decidí que Carmen seria la persona que estaría a mi cargo y que dejaría a Lucia, el "honor" de encargarse de darle servicios informáticos al jefe.
El jefe termino de contarnos todo los pormenores de la empresa y nos propuso presentarnos a los alumnos en practicas, me incorpore casi sin levantar la cabeza, y mi jefe me presento a Carmen, en el momento que levante los ojos para fijarme en sus manos, tuve la extraña sensación de deja vu , y cuando termine de levantara y vi sus ojos me di cuenta que eras los ojos que me habían estando persiguiendo esas tres ultimas semanas.
Escuche, un Encantada, y después de eso poco mas puedo recordar, no deje de mirarla en los 10 minutos que tardo en terminar la reunión. Y creo que todos se dieron cuenta, pero lo achacaron al magnetismo que Carmen desprendía, y tampoco le dieron mucha importancia.
Después nos reunimos para las entrevistas personales, y después de despachar a José con un rápido cuestionario, y una explicación de cuales seria sus labores en la primera semana, me prepare para mi reunión con Carmen.
Cuando se sentó delante mía tenia esa misma mirada picara que aun recordaba, y después de mirarme de arriba abajo no pudo por mas que soltar una carcajada, lo cual hizo que de repente me tranquilizara.
Después de esto la entrevista fue como la seda. Me dijo que tenia mucho interés en aprender, en conocer cosas nuevas, y en sacarle el máximo provecho al tiempo que iba a estar en el departamento.
Después de quedarse en silencio, y dar un suspiro, me contó que hacia tres semanas en el parque, se sorprendió, cuando me vio en el suelo, y que el reflejo de la tarjeta de identificación le llamo la atención.
Se acerco para asegurarse, por que ya sabia que tendría la oportunidad de hacer las practicas en esa empresa, y le pareció divertido el encontrarse a alguien de la empresa ante de empezar las practicas, lo que no pensaba es que fuera a ser su encargado. Yo le mentí, le dije que me había quedado dormido y que me sobresalto el ruido de la canción, y por eso termine en el suelo, lo que no pude explicarle es la cara de tonto que se me quedo después de que se acercara.
Después le comente cuales tendría que ser sus tareas la semana que viene, y le indique que siempre que tuviera dudas podría llamarme.
Pase el día como en una nube, algunas veces me encontraba mirando a Carmen de manera distraída sin saber muy bien por que.
Al terminar la jornada me quede sentado en mi despacho, no había tenido tiempo de desordenar la mesa, así que presentaba un aspecto impecable. Mi jefe entro en el y se sorprendió del orden, me dio una pequeña charla sobre cosas que no deberían pasar entre un encargado y un alumno en practica, por que se había dado cuenta de cómo había mirado a Carmen, yo para quitarle importancia le conté el episodio del parque, lo cual le hizo mucha gracia y al final terminamos recordando cuando entre en el curro y episodios ridículos que habíamos vivido.
Se despidió, y me dijo entre risas que no trabajara mucho, me senté y le di un repaso a el ultimo listado que tenia que revisar. De pronto al verme solo me quede como traspuesto, mirando a un punto de la pared y pensando como me había latido el corazón cuando había hablado con Carmen, como al dejar la habitación, había sentido un vacío en el pecho que solo se llenaba cuando mientras trabajaba mis ojos se encontraban con los suyos.
De pronto sentí un viento sobre mi cara, era Marta que palmeaba sus manos delante mía para decirme que se marchaba y que tenia que cerrar, aunque sabia que yo podía cerrar, esperaba que bajara con ella.
De pronto salí del de mi ensoñación para quedarme mirando fijamente a Marta, y decirle que dejara que recogiera una cosa que bajaba con ella.
En el ascensor, Marta se me quedo mirando, y rompió el silencio para decirme que tenia la impresión de que ya conocía a Carmen por la forma en que la había mirado, y que apostaría todo lo que llevaba en el bolso a que era la responsable de mi comportamiento de las tres ultimas semana, que por supuesto no había pasado por alto para Marta. Solo pude soltar una carcajada, y pedirle que se quedara conmigo tomando una cerveza mientras le contaba un divertido episodio que había pasado hace tres semanas. Mientras le abría la puerta del portal, me di cuenta de que era cierto, resulta que me había enamorado, y yo era uno de los últimos en enterarme, o por lo menos en darme cuenta de ello.
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Todos las canciones me recuerdan a ti
RomanceUna historia de como puede ser la vida