El internado Militar.

Cuatro

POV'S BROOKLYN

Me despierto con dolor de cabeza, un poco asqueada, nunca volveré a tomar alcohol, siento que la cabeza me va a explotar. Me levanto de mi cama como puedo, el dolor de cabeza me esta matando, voy a la cocina y me preparo wafles con fruta y chocolate, se ven riquisímos, sólo falta mi madre para que desayunemos.

(...)

Mi novioDan y Bill están aquí conmigo, en el hospital.

-No se que le pasó, ayer estaba todo bien.-Digo con un hilo de voz, con las lágrimas recorriendo mi rostro, mientras se resbalan lento, empapando mis cachetes, luego a mi boca, dándome un sabor salado.

-Princesa, amor mío, cálmate, no me gusta verte así.-Dice Dan con desdén.

-¡Cállate Dan! Ni siquiera estuviste para mi estos días, sabías que mi madre estaba mal, pero te valió madres, ahora vienes y me dices eso, se nota a quilómetros que no te importo, ¡Ya vete y déjame en paz! Ayer me fui de fiesta con mi madre, te engañé, un desconocido me quitó la virginidad, ¡TERMINAMOS!-Grito a todo pulmón, diciendo cada palabra con dolor, amargura y fríaldad. Si Bill no me estuviera sosteniendo, le hubiera pegado su buena cachetada.

-Me engañas y después soy yo la mala persona, okey, como quieras, me vooy de acá.-Y salió sin decir nada más.

-Nena, tranquilízate y siéntate, ahora vengo, te voy a traer algo de comer y beber.

Mientras Bill se va,no dejo de pensar en lo que está pasando, por si algo sucedía, llame a mi padre, por suerte, ya esta viniendo para acá, aunque dudo que le importe.

                              (...)

-Hola. ¿Cómo está Paulina?-Pregunta frío y sin preocupación mi padre,a su llegada, pego un brinco por el susto.

-No lo se, pero no se porque preguntas, es obvio que no te interesa.-Digo sin siquiera saludarlo.

-Ya tu misma dijiste, no me importa, pero tengo que estar aquí para ayudarte, por más que me pese y te pese, eres mi hija y te quiero aunque no lo demuestre, al igual que tu madre, pero se me hacen un estorbo.

-Aja si. Me vale lo que me digas, sólo quiero que esperes hasta que diga el doctor que pasa con mi madre, que pagues lo del hospital y los medicamentos, luego que te largues de aquí como siempre haces.-Digo borde y sin mirarlo.

-Me ocuparé de todos los gastos, de eso quédate tranquila.-Zanja el tema sentadose al lado mío, yo me dispongo a pararme y sentarme a la otra punta de la sala de espera.

-Hola coronel, ¿por fin le importa su familia? Que locura, jamás pensé que vería esto, hipócrita.-Dice Bill, apareciendo con unas donuts y un café. Con cada palabra lanzada como si fuera veneno, Brilliam ni se inmuta ante las palabras del chico, ya está acostumbrado a que lo llamen así.

-Bill, deja en paz a la lacra de mi padre, dame lo que me trajiste porfa, tengo hambre.-Digo entre dientes.

-Esta bien.Se dirige hacia mi.-Toma, te traje café y unas donuts.

-Gracias Bill.-Digo desganada y con un deje de melancolía.

-¿Familiares de la señora Macnobeline?- Dice el doctor entrando a la sala de espera.