Taehyung y tú - Heart Feelings

*Capítulo 2: Ese libro no es tuyo*

Tras al fin oír la puerta del ático cerrarse salgo del armario con mucho cuidado de no hacer ningún ruido, antes de dar otro paso me quedo en silencio aguantando la respiración, por sea caso que el chico aún no haya decidido ir a cenar. Pero no, lo único que escucho son los murmullos de las voces de la familia que se encuentra en el piso de abajo hablando de quién sabe qué.

Miro por la ventana para descubrir el camión de las mudanzas aparcado enfrente de la casa y un par de hombres descargando cajas de este, saco de mi bolsillo el móvil que siempre tengo en silencio, las 20:34. ¿Qué clase de personas se mudan a estas horas de la noche?

Aún sin creer en nada de lo que me está pasando voy a la puerta para intentar salir de esta trampa mortal en la que se ha convertido la casa, pego mi oreja para ver si hay alguien al otro lado. No parece haber nada raro y abro la puerta, salgo y la vuelvo a cerrar con mucha delicadeza.

Vale y ahora... ¿qué hago? Por la puerta principal es imposible y bajar las escaleras no era una opción muy prudente solo me queda salir por una ventana del segundo piso en donde me encuentro ahora. Creo recordar que una de estas tiene al lado de la ventana un gran árbol en el que se podría escalar. Solo me queda averiguar cuál.

Como suelen decir a la tercera va la vencida y encuentro el cuarto en el que al lado de la ventana hay un árbol por el que podría salir trepando, desde pequeña me ha encantado salir al bosque al lado de mi casa y trepar los árboles, por lo que sé que no me caeré.

En el momento en el que mis manos tocan la ventana para abrirla oigo un fuerte grito del piso de abajo. No logro entender qué dijo pero si sé que el que gritó fue el chico de antes, Taehyung si mal no recuerdo. Tras del grito se oyen unas fuertes pisadas que vienen al piso de arriba.

— Joder, pero este chico no hace otra cosa sino subir y bajar esas escaleras. —Susurro para mí misma.— Dime por favor que no viene a esta habitación... —Pero los pocos objetos muy poco femeninos que hay en la habitación y sobretodo una caja en la que pone en grande "TAEHYUNG" me hace pensar lo contrario.

— Esto se va a convertir en un hábito. —Lo más rápido que puedo me desplazo debajo de la cama justo en el momento en que la puerta se abre y se vuelve a cerrar de un portazo, acto seguido se tira violentamente en la cama lo que me da un susto de muerte en el que casi grito. Me tapo la boca para no producir ningún sonido.

Tiene la respiración agita y no para de moverse en la cama, yo aún tengo mis dos manos presionando mi boca para no emitir ningún sonido. Dios... ¿por qué todo esto tiene que pasarme a mí?

Cuando parece que ya se ha calmado, Dios, el universo o fuera lo que fuese decide joderme aún más y me provoca hipo, pero no uno de esos pequeños en los que ni siquiera abres la boca, no, uno de esos hipos en los que no puedes evitar abrir la boca y todo tu cuerpo se sacude con él.

Como era de esperarse el chico se levanta de la cama, tarda un poco como pensando si se lo había imaginado o algo así pero finalmente mira debajo de la cama y me ve, ya es imposible ocultarse así que no hago nada para que no me vea y miro a su cara directamente. Pero algo no va bien, él no para de mirarme, tampoco dice nada y yo hago lo mismo, solo lo miro, ya que no sé qué decir ni cómo actuar en una situación como esta.

Es un chico asiático, su pelo está revuelto y es de un color castaño claro obviamente teñido, su piel es algo morena y sus ojos de un color castaño casi negro, no paramos de mirarnos a los ojos el uno al otro y me percato de que tiene los ojos brillosos no sé si es porque iba a llorar o simplemente son imaginaciones mías. Él me mira como si me analizara para verificar que estoy ahí de verdad.

Tras por lo que parece ser una eternidad de silencio él por fin dice con una voz bastante tranquila, ronca y muy grave.

— ¿Quién eres? —¿¡Ya está!? ¿Eso es todo lo que va decir? Se encuentra a una desconocida debajo de su cama y lo único que pregunta es quién soy. Y además con una voz sumamente pausada.