Capítulo Dos.

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Me levanté con, ¿la alarma? ¿la puta alarma a las seis de la mañana? Me están jodiendo. ¿Cómo para qué o qué? Tomé mi celular en las manos y lo apagué enojado. Me volteé en la cama y ví como mi puerta estaba un poco abierta. Claro, debí imaginarlo. Doña "Liam, levántate que ya amaneció" ha vuelto. Sí, mi mamá suele joderme poniendo una alarma para levantarme temprano y luego, no hacer nada.

Me levanté de la cama y me dirigí al baño para tomar una ducha y lavar mis dientes. Me arrepentí de tomar la ducha y solo lavé mis dientes. Hacía mucho frío, aún no había para poner el agua caliente y yo, no voy a agarrar un resfriado por frío. Salí del baño, fui a mi habitación y cambié mi pantalón de pijama por uno deportivo corto. Bajé las escaleras y me encontré a mi mamá sentada en la mesa del comedor con dos tazas de café, dos platos con panqueques y un vaso con jugo de naranja. Me senté y le sonreí, pero me ignoró porque estaba usando su celular haciendo quién sabe qué. Tomé mi taza de café y di un sorbo. Luego pasé mi vista a los panqueques y comencé a comer, la verdad es que estaba muy hambriento.

En el desayuno, hace una hora, mamá había dicho que una de sus amigas le iba a traer nuevas plantas de flores y cosas para el jardín, quería que la ayudara y por eso me despertó temprano. Eran las siete y media de la mañana cuando el timbre de nuestra casa, resonó en todos los lugares de esta. Mi mamá fue a abrir y luego escuché que me llamó. Cuando me acerqué, ví a la horripilante chica que le pegaba ayer a Zayn y a este a un lado con su osito y la vista baja. No pude evitar sonreír. Ellos traían un tipo de pastel de bienvenida, cosa que la chica tenía en las manos y hablaba muy sonriente y hablaba de su "hermanito lindo" súper feliz. Hipócrita. Mi mamá los invitó a pasar, cosa que la chica aceptó feliz, mientras que el pequeño solo se puso nervioso y soltó un suspiro.

— Liam, busca jugo para nuestros invitados y lleva esto al refrigerador —me entregó el pastel y luego fui a buscar jugo y a dejar esta cosa en el refrigerador.

Llevé dos vasos de jugo de naranja y cuando le entregué uno al chico, pude notar que estaba temblando. Le sonreí tratando de proyectar un poco de confianza y él solo bajó la vista.

— ¿Y cómo se llaman nuestros hermosos vecinos? —esa era mi mamá, emocionada con todo, como siempre. La chica fue la que habló.

— Yo soy Doniya, hermana mayor de este... —se cortó y luego sonrió. Puta sonrisa de falsa e hipócrita que tiene. La odio—, hermana mayor de Zayn —el chico solo se limitaba a abrazar a su osito. Mi mamá solo sonreía.

— Oh, qué bien, Doniya y Zayn. Lindos nombres —claro, Doniya es re lindo mamá, viene de las donas. Reí mentalmente y luego rodé los ojos cuando ví que la chica, tenía sus ojos posados en mí— ¿Qué edad tienes, linda? —preguntó mi mamá, quisiera decirle chismosa, pero así es ella así que, me lo aguanto.

— Veintiuno —respondió la chica de inmediato.

— ¿Y él? —pregunté yo refiriéndome al pequeño. Ella rodó los ojos e hizo un gesto con los labios. Una mueca.

— Dieciséis, un niño aún que le gusta estar todo el día con ese oso —¿Quieren la verdad? Esta chica o se cayó de la cuna cuando nació o está pendeja. Me cae mal. Las únicas dos malditas veces que ha abierto la boca para hablar del menor, lo ha hecho con desagrado. Pendeja.

— ¿Qué tiene de malo el oso? A mí me parece tierno, además, todos son libres de hacer lo que quieran, a la edad que quieran —hablé con la mirada sería en dirección a la chica frente a mí. Pasé mi vista disimuladamente a Zayn y pude notar que sonreía y estaba sonrojado. Maldición, se veía hermoso y tierno con esa sonrisita.

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⏰ Last updated: Dec 11, 2017 ⏰

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Osito. || Ziam Mayne.Where stories live. Discover now