Capítulo 1

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Un año después

Zulema — levanté el rostro y sonreí.

— soñando de nuevo — solté una risita ante las palabras de Tshilaba.

— si, me he imaginado mil maneras de como será mi historia de amor, aunque.... — suspiré y bajé la mirada  — él se fue y no ha vuelto.

Tshilaba observó a su nieta era una chica muy bonita que estaba enamorada del amor.

— Zulema, todo pasará a su tiempo, no trates de forzar las cosas. En este mundo no existe sólo Tobías.

— abuela es el único hombre apuesto que he visto y que me trata como una princesa, así lo hace papá con mamá.

Ella negó y se acercó para sujetar su mano.

— lo he visto tocar tu mano y el asegurar que eres su alma gemela, ¿mi pregunta es? ¿tú has sentido algo por su tacto?

Zulema contempló el jarrón de flores frescas que descansaba en la mesita del té.

— no, pero Tobías asegura que sólo es cuestión de tiempo por que él lo sintió.

— no funciona así... —

— ¿cómo está mi nieta bella? — Albert se acercó a Zulema y se maravilló de ver la belleza de esa chiquilla.

— abuelo  — lo abrazó fuerte, adoraba sentir el olor de su colonia con la mezcla del olor a tabaco.

— cielo, debes esperar el tiempo mi amor  — Zulema asintió ante las palabras de su abuelo pero honestamente extrañaba a Tobías,  se llevaba de maravilla con Tadeos pero él era serio, no le gustaba revolotear por el campo como lo hacía ella con Tobías.

— vamos Albert, Harry y Sounya nos esperan.

Me deje caer sobre la silla ya estaba cansada de oír lo mismo ... debes esperar... extrañaba cabalgar con Tobías.

Me puse de pie y decidí ir a dar un paseo a caballo, deseaba sentir el viento golpear en mi rostro.

Caminé con pasó decidido hacia los establos, quería no pensar y no extrañar a Tobías como lo hacía.

— ¿dónde vas? — me giré y mi tío Jared estaba de brazos cruzados observándome.

— voy a dar un paseo, estoy algo aburrida  — él se acercó a mi y acarició mi cabello.

— yo también lo extraño pequeña, es mi hijo.

Sentí que la visión se nublaba por las lágrimas.

— él regresara, este es su hogar.

Abracé a mi tío y sentí su beso en mi cabeza, yo adoraba a este hombre.

— gracias tio  — él me sonrió y como siempre lo hacía, soltó la cinta con la qu sujetaba mi cabello, él hizo un gesto de burla.

— Está es mi niña... la rebelde, tienes un cabello precioso. Eres idéntica a mi madre, el mismo color de cabello como el fuego. Tú no te pareces a una Arévalo, tienes los genes de mamá. Me encanta ver suelto tu cabello.

— no me dejará ver.

El sonrió

— si cabalgas como es debido... despacio. Podrás mirar.

El se giró con una linda sonrisa, y nuevamente desee tener una linda historia como la de mamá y mi tía Jimena.

Seguí mi rumbo hacia las caballerizas y esperé pacientemente mientras me preparaban a la Sra. Piper.

Mi Destino©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora