Epílogo

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Gabriela salió con el azúcar en sus manos y al no ver a su amiga sentada donde ella la dejó comenzó a buscarla, pero no la veía por ninguna parte, esto la hizo preocupar, porque su amiga estaba muy triste y podría cometer alguna tontería.

Camino de un lado a otro y fue cuando se percató que muchas personas corrían angustiada de un lugar a otro.

_ La mató, el carro la mató_ gritaba un joven que corría a ver el escalofriante suceso.

Gabriela miro hacia la zona señalada por el joven y se dirigió con miedo. Un  presentimiento  la embargo llenando su corazón de temor, y este se acrecentó cuando vio en medio de la muchedumbre el frágil cuerpo de una joven vestida de blanco, acostada bocabajo, y de su cabeza burbujeaba sangre, la que cubría  parcialmente el rostro.

_ ¡Dios mío! _ soltó el azúcar que aún sostenía en sus manos _ ¡Deisy! Dios mío esto no puede ser _ se arrodillo a su lado y alcanzó a escuchar lo que ella balbuceaba.

_ Al....ber...to, me vi....no a bus....us.....car_ respiraba con agonía _ Te amo Alberto, mi amor.

El hermoso rostro se apagó como se apaga una vela que ha sido encendida por poco tiempo y poco a poco se fue enfriando, pero nunca se enfrió el gran amor que estos dos jóvenes se tenían.

El viejo que contaba la historia se inclinó y tomó un poco del jugo que había llevado para él y sus nietos.

_ Abuelito, pero es una historia muy triste _ dijo la niña con lágrimas en los ojos.

_ Si, que triste ambos se mueren_ confirmó el niño.

_ Si es una historia muy triste, es la historia de amor..._ el hombre mayor se ve interrumpido por la llegada de la madre de sus nietos.

_ ¡Papá! _ dice su hija que se acerca molesta con el viejo porque ha pasado gran parte de la mañana buscándolo a él y a sus hijos, y lo encuentra es hablando con los dos pequeñuelos sobre su leyenda favorita de la eterna prometida _ los mande a buscarte y se quedaron fue hablando_ dijo molesta la joven madre.

_ Tranquila mi amor, no te moleste tanto_ dijo el viejo a su hija. Este  se levantó y la abrazo y beso en la frente.

_ ¿No vamos a ir al cementerio a llevar las flores a las tumbas? _ Ella lo miro con amor_ Además ya nos están esperando para el almuerzo familiar.

_ ¡El almuerzo! Lo había olvidado_ dijo el hombre mayor apurando a sus nietos para que los siguieran_ Mira, siempre compre este lote_ le señalo la casa destartalada.

_ ¿Para la biblioteca en honor a Deisy Moreno? _ preguntó su hija.
_ Si quiero hacer eso por ellos_ la joven agarró a sus hijos y recogiendo un gran ramo de flores se marcharon al cementerio. _ Ellos me enseñaron lo que es el amor verdadero.

La mañana es cálida y augura lluvia, siempre en mayo caen las primeras lluvias y es dieciocho de mayo, es un día muy especial.

El viejo camina con paso lento y deja un gran ramo de rosas rojas ante una tumba doble y sonríe con agradecimiento.

_ Listo papá _ dice la joven cuando se reúnen nuevamente con él _ Limpie el monumento y coloque las flores como tu deseabas _ le sonríe cuando habla con él _ ¿Porque te encanta tanto ese monumento a la eterna prometida?

_ Ah, si te contara _ dijo el viejo con una gran sonrisa _ eso fueron tiempos muy hermosos.

_ Hum, bueno allá está el restaurante, lo más seguro es que mi tío se va a enojar otra vez contigo_ le reprocho su hija.

_ Él podrá ponerse como quiera, eso a mí no me importa y ya estamos aquí_ rio al ver la cara de su hermano con las cejas fruncidas.

_ Pero bueno, Pipe, hasta cuándo vamos a esperarte, parece que los años te están ganado cada día más_ dijo maliciosamente dijo el hermano mayor.

La eterna prometida. Serie Salamina Nº 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora