¡Joel! Ayudame A Subir Las Escaleras ||JOERICK||

O C H O

Me pare frente a la puerta de la casa de Joel y toque tres veces hasta que la tia del chico me hizo pasar.

- Toma asiento- me dijo ella- voy a decirle que estas aqui

Pude haberle pedido a su tia que le de la carta pero no podia dejar de mirar el cuadro de un gato que estaba en la pared de la sala.

-Entonses ¿te gusta mi cuadro de gato?- pregunto la voz de Joel detrás de mi

- Es... algo... tenebroso- logre pronunciar

- Apenas tenia cuatro años cuando lo hice- explico- Tampoco soy Leonardo da Vinci

Era cierto lo que decia.  A duras penas podia identificar que el dibujo era un gato solo porque en la placa del marco del cuadro decia la palabra 《El gato》

- Tengo mas de estos en el sótano- dijo mirando el suelo algo nervioso

- Que bueno que me dan miedo los gatos- hable

- ¿En serio?

- No

- Entonses vamos al sótano para enseñarte- susurro

-¿Que dices?- pregunte nervioso

- Los cuadros. Enseñarte los cuadros de gato, pero si quieres tambien te puedo mostrar otra cosa- sonrio

- Gracias, pero...

- La otra cosa es una estatua de gato que hice en cerámica. Mente sucia- dijo divertido

Segui a Joel por el pasillo hasta que llegamos a una habitación que según el era el sótano. Me mostro los cuadros de gatos y la estatua de gato hecha en cerámica.

- ¿Te gustan los gatos?- me pregunto

- Algo- respondi

- Llévate la estatua de gato

- No puedo

- ¿Porque no puedes?- se apoyo contra la pared. Yo no supe que responder- Ya que no tienes razones para no llevarte la estatua, te la tendrás que llevar

Al final termine en la puerta de la casa de Joel, con una estatua de gato sobre mis brazos. Luego me despedi y fui a mi casa, deje la estatua en la sala y me sente en un sillón a mirarla. Cuando tome asiento escuche el ruido de un papel en mi pantalón. Habia olvidado darle la carta a Joel

[...]

Espere hasta la noche para ir otra vez a la casa de Joel, para entregarle el recado. Aunque pense que no la necesitaria ya que en la tarde no lo note enfermo.

- ¿No puedes vivir sin mi?- pregunto Joel cuando me hizo pasar a su casa

- Te quiero... pero lejos de mi- me limite a responder

- Esa no es la manera de hablarle a la persona que te regalo una estatua de un gato- dijo burlon

- Si quieres te la devuelvo- lo rete

- No, prefiero que lo conserves. Piensa que ese gato soy yo y que te esta observando

Al volver a mi casa lo primero que hice fue cubrir al gato con una sábana.