D O S

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Luego de unos minutos el timbre de casa se escuchó y mi madre fue a abrir

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Luego de unos minutos el timbre de casa se escuchó y mi madre fue a abrir.

- ¿Quién era? - le pregunté una vez que ella regresó a la cocina.

- Es la nueva vecina, la casa de al lado estaba vacía así que una familia nueva se mudó. - explicó - Nos trajo galletas...con forma de libros.

- Nosotros debimos haberles dado galletas - hablé.

- Es verdad - me miró mi madre - prepararé un pollo.

Mi madre abrió el refrigerador y comenzó a sacar los ingredientes para su preparación

- ¿Para cenar? - pregunté imaginando el sabroso pollo que comeríamos esa noche.

- No, el pollo es para los vecinos - dijo mientras levantaba la bandeja de galletas - nosotros cenaremos las galletas.

Después de eso, fuí desterrado del terreno culinario de mi madre y tuve que cruzar la frontera de las escaleras hasta llegar a mi cuarto. Llevaba tan solo cuatro galletas como recursos de supervivencia.Me gusta ser masoquista, por eso escogí la habitación del segundo piso como mi cuarto. Cada vez que uso las escaleras, me siento como en una película de acción, tal vez la titularía "misión imposible".Una vez ya en mi cuarto, me senté en mi cama mientras comía las galletas.Tal vez me vengue de el bibliofóbico llevandole de regalo estas adorables galletas en forma de libros.

(...)

Estaba tratando de dormir. En la casa de alado estaban haciendo ruido con un martillo.
Espero que mi madre no haya echo que el pollo se ponga duro.Los ruidos de martillo no sesaban, parecía que estaban clavando algo en la pared.Me levanté y abrí mi ventana para averiguar que era lo que ocurría.

No sabia si era por que estaba medio dormido o porque las galletas que comí estaban como para provocar diabetes. Pero juro que ví a Joel, él era el que hacía ese ruido.

- Hola - saludó al verme.

- ¿Joel?

- ¿Eres un acosador? ¿Cómo es que sabes mi nombre? - dijo divertido.

- Estás en el centro para chicos con fobias - lo miré serio.

- Oh, ahora lo recuerdo. Chico con vértigo, ¿verdad? - continuó haciendo ruido con un martillo.

- Escalerofóbico - corregí.

- Como sea...¿Puedes irte? Necesito concetrarme o de modo contrario me volaré un dedo - río.

- ¿Que me vaya? - pregunté enojado.

- Oh ¿quieres quedarte? ¿no puedes vivir sin mí? - continuó martillando.

- No...esto... ¿Puedes hacer ese trabajo otro día? mañana por ejemplo - dije dudoso.

- No.- habló sin más.

- Bien.- dije cerrando la ventana.

Esta será una noche larga.

Esta será una noche larga

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¡Joel! Ayudame A Subir Las Escaleras ||JOERICK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora