Confusión

8 0 0
                                    


Karú Velasquez

Era la única que quedaba en el salón, seguía pensando en lo pequeño que era el mundo. Si el destino me la había puesto en mi cara dos veces el mismo día tenia que ser por algo, debía hablarle y descubrir porque y tenia que ser hoy mismo.

Termine de alistar mis cosas y salí en su búsqueda, fui primero a la cafeteria y efectivamente allí estaba sentada en una esquina comiendo empanadas. Se veía tan mona, era de cabellos largos y negro, ojos color del sol, piel tostada por el mismo, labios carnosos, nariz perfilada, cejas pobladas y un hermoso cuerpo de guitarra. Me acerqué hasta su mesa.

--¿Puedo?-- pregunte señalando el asiento vacío.

--¿Qué quieres? No necesito compañía-- dijo mirándome fijamente.

--Vale no quería molestar, adiós-- y me fui sin volver la vista.

No entendía nada, ella no paraba de mirarme en el metro y en el salón y cuando intento entablar conversación me patea el culo.

Decidí no pensar en eso así que llamé a Fernando y le pedí que viniera pronto a por mi ya que estaba cansada y quería dormir. Mientras esperaba fuera de la Universidad vi cuando ella salía y se montaba en un autobús, yo necesitaba saber que le pasaba conmigo así que me monte en el mismo y me senté a su lado.

*Venga tía no te espantes, hay que mantener la calma Karú* me decía a mi misma para tranquilizarme. Saqué mi celular para distraer mi mente un rato mientras jugaba, la vi de reojo y noté como sus labios se movían como articulando palabras que mis oídos no alcanzaban a escuchar, quizá era por el trance en el que me había metido con solo mirarla.

--¿Disculpa?-- pregunté apenada.

--Que deberías guardar tu celular porque aquí roban-- me dijo señalando el aparato en mis manos.

--Oh! Vale muy amable, gracias-- dije guardando el celular.

--¿Y dónde te estás quedando?--

--Con mi hermano, el lleva muchos años acá en Venezuela--

--¿En dónde vive tu hermano?--

Dudé por unos segundos si contestarle o no.

--Cerca de aquí, supongo-- termine por decirle.

--¿Supones?--

--¿Siempre preguntas mucho?--

--Ok, eso me gano por querer ser amable-- dijo volteando hacia la ventana.

--Vamos tia no te enojes, es que no entiendo porque tanto interés si hace un momento fuiste una total y completa cretina-- le dije tomándola de la mano.

Ella volteó molesta y retiró su mano bruscamente --Como sea-- fue lo ultimo que me dijo antes de levantarse y bajar del autobús. Ahora si estoy jodida.


EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora