Siempre tuyo; Sekaiichi Hasukoi {Nostálgica}

Sólo es el comienzo.

Sólo es el comienzo.

U. S. A. Los Ángeles.

Todo había transcurrido con tanta naturalidad, que ni siquiera note como habíamos llegado hasta ahí. Era increíble, pasar por tanto para al fin poder hacer que mis sentimientos te alcanzaran.

El calor era evidente, y los radiantes rayos de sol en lo alto no me dejaban mentir. Esa brisa que hacía mover las palmeras y las cristalinas olas que  golpeaban, una con otra lograban aquel choque que producía tan relajante sonido, sin duda un lugar que representaba el ideal de muchos. Pasa de medio día, y aunque me encuentre en tan esplendido lugar, la situación de mis pensamientos es otra cosa, no puedo creer que ya me encuentre de esta forma, ¿Realmente vinimos al otro lado del mundo para esto?

Vacaciones, y  perfección debía ser la palabra que describiera todo lo que pasaría junto al azabache. Romance y pasión ya estaban implícitos en todo eso, diversión y asombro era lo que debía caracterizarlo, después de todo, está era la luna de miel.

Niveles de alcohol en lo alto, y un tambalear de sentimientos fue lo que nos ayudó a llegar hasta aquí. Hacer que todo se muestre a flor de piel, siempre fue la respuesta a todo, ¿Quién lo diría? Seguir este camino, había resultado más fácil que negarme su existencia. La noche en que declare lo que desbordaba en mi corazón, puede que haya sido la mejor decisión de borracho que haya tenido.

Nos besamos, los sentimientos traicionaron, y los recuerdos de lo hecho el día anterior igual. Fue muy idiota de mi parte creer que podría seguir callando todo lo que me hacía sentir su mirada. Nos casamos a fines de Abril, una boda sencilla y privada, mi madre apresuro todo lo que pudo los preparativos una vez se enteró de mi compromiso con Masamune. Las cosas se habían desenvuelto con tanta tranquilidad, que parecía irreal.

'Perfección' era la palabra, sin embargo, en estos momentos, estamos muy lejos de ello. ¿En que demonios pensabas?

Los pasos resuenan, me es inevitable no sentir mi cara roja y esa gran impotencia que recorre todo mi cuerpo. Ya no podía más.

Subí las escaleras, llegando al lobby para caminar hasta el ascensor y así tratar de huir de toda esa escena por la que recién había presenciado. ¡Esto era toda una tontería! Ni siquiera tengo palabras para describir toda esta molestia e increíbles ganas de golpearlo. Las puertas se abrieron, dejándome entrar, presionando con desdén el botón para cruzarme de brazos al soltar un gruñido en lo que las puertas se dignaban en cumplir su única tarea. Estar triste o melancólico, ¡¿A quién mierda le importa?! Mi único deseo en estos momentos, — ¿Que se supone que fue eso?— es que desaparezcas de mi vista.

—Deja de interponerte entre las puertas, y déjame ir— Dije, sin dejar mi posición, si siquiera intentar ocultar todo ese mar de emociones que iban de un lado a otro dentro de mí.

—Ritsu, no hagas esto más grande de lo que es. ¿Qué te sucede? De un momento a otro, simplemente te fuiste de esa manera, ¿No crees que fuiste grosero con ellas?

Genial, ahora resulta que quien hizo todo mal fui yo.

— ¿Así? ¿Y por qué mejor no regresas con ellas y te disculpas por mi? ¡Ah! No, de seguro ya quedaron para verse más tarde ¿Cierto? —Unas palabras que demostrarán mi punto y era suficiente, hasta yo mismo quisiera callarme de una buena vez pero, creo que esta tumba es lo suficientemente grande como para caer más y más... — Ahora, si no te molesta, ¿Podrías dejarme ir de una jodida vez?