—¿Cómo fuiste capaz? —Traté de golpearlo, pero él agarró mis brazos evitando que me moviera.
—¡Tyler! Préstame atención, no lo hice a propósito, y no lo hice yo, lo hizo mi asistente, pero yo velo por esa deuda porque es parte de mi empresa, ellos le deben dinero no a mí, sino a mi empresa.
—Pero esa mujer engañó a mis padres.
—Puedo deshacerme de esa cuenta si quisiera, podría despedir a mi asistente por lo que hizo, pero tus padres no quisieron tomar cargos legales y ahora ellos están así por que quisieron.
—Si puedes eliminar esa deuda, ¿por qué no lo has hecho? —Estaba desconcertado. Para una empresa con gran prestigio no le interesa la deuda de mis padres, por esa razón no entiendo que es lo que quiere Aaron.
—Pronto esa deuda va a ser disuelta, ya lo verás. —Aaron arrancó el auto y comenzó a conducir. —¿Te llevo a tu casa? —Me preguntó sin despegar la mirada del frente.
—No, hoy no quiero llegar a mi casa. -Aaron me miró por unos segundos.
—Te puedo llevar con tu amigo.
—Él no está en su casa. —Dije sonriendo. Sabía que en estos momentos estaría con Beck, seguro siendo feliz o teniendo una noche que nunca olvidará.
—El único lugar que te puedo llevar es a...
—Sí, ¿hoy puedo dormir en tú casa? —Aaron peló los ojos sorprendido.
—¿Hablas en serio? —Asentí. Estaba nervioso por dormir nuevamente en la casa de mi violador. No sé porque sentí que Aaron aumentó la velocidad.
Eran casi media noche, mis padres no tenían forma de cómo localizarme, me había robado el celular en la fiesta de esa noche. Si se preocuparan por mí no estarían todo el tiempo discutiendo creyendo que no los estoy escuchando.
Llegamos a la casa de Aaron, la puerta de la cochera comenzó a subir, Aaron estacionó el auto dentro de la cochera y bajamos del auto. Había una puerta que conectaba con la cocina. Seguí a Aaron hasta su habitación. Cerró la puerta del cuarto y se metió al cuarto del baño. Observé la habitación desde la última vez que había venido aquí.
Todo estaba ordenado tal cual como lo había dejado. Solo que los zapatos negros de Aaron estaban tirados al lado de la cama. Los agarré y los acomodé junto al armario de zapatos que tenía frente a la cama.
Si podía observar bien la habitación, su cama era enorme al igual que el cuarto, al frente de la cama había un enorme armario donde estaban todos sus zapatos, camisas, pantalones y su ropa interior.
Las puertillas para abrir el armario eran un enorme espejo, mostraba mi rostro, pálido como siempre, mi cabello despeinado y un poco largo que de costumbre. Creo que ya es hora de cortarme el cabello.
Al lado izquierdo estaba la puerta que daba hacia la salida y a la derecha la puerta que daba al baño, donde salía Aaron de él. Salió vestido con su piyama, una camisa de tirante y un pantalón largo para dormir.
—Te puedo prestar algo para que puedas dormir más cómodo. —Comenzó a hurgar en su armario, definitivamente tiene una fila de trajes elegantes. Creo que es un amante de trajes elegantes. —Ten, te puedes poner esta camisa, pero puede que te quede un poco grande.
—No importa. —Me tendió la camisa y luego un pantalón. Me fui al baño, me senté en la tapa del inodoro y me quité el pantalón gris de mi uniforme, luego la corbata gris que hacía juego con mi camisa blanca de manga larga. Mi uniforme de la secundaria era tan formal como los trajes de ejecutivo de Aaron. Típico de una escuela con dinero.
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Solo Tengo Dieciséis Años [Gay]
Ficção AdolescenteTyler Wolktë es un chico de 16 años, estatura media, al igual que su complexión física, guapo y de ojos negros. Heterosexual hasta la médula, amado por todas las chicas del instituto, aunque su estatus económico no es la mejor de todas, por lo tanto...