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Harry miro hacia la puerta, Draco todavía no entraba.

Desde el minuto en el que Malfoy dejado la enfermería, había estado pensando en él.

Incluso había sonreído inconscientemente.

— ¿Estás bien Harry?

Había preguntado Ron.

¡Ron!

El chico más despistado del mundo.

Su amiga Hermione también lo había notado, sin embargo no había dicho nada.

Quizá la confianza todavía no era mucha.

Harry miro de nuevo.

Había salido de la enfermería una noche antes, y hoy era su último día.

Durante la cena se sabría quién ganaba la copa de las casas.

Y Harry no podía estar más nervioso.

Entonces lo vio, los cabellos platinados de Draco Malfoy entraban al gran salón.

Harry sintió un tirón en el pecho y su aliento se desvaneció.

— Hermione — pregunta un momento después, Ron estaba tan interesado en su pastel de chocolate que no se había dado cuenta.

— ¿Qué significa cuando sientes en tu corazón un pequeño tirón al ver a alguien? — preguntó sin mucho esfuerzo, todavía sin entender.

— Creo — respondió la castaña muy despacio — que es lo que siente alguien cuando se enamora, cuando le gusta alguien, lo que siente papá cuando ve entrar a mamá por la puerta de la cocina con su vestido de fiesta.

Ella suspira y le sonríe.

Harry trata de hacerlo sin embargo, una corriente eléctrica recorre su cuerpo, cuando descubre a Draco Malfoy viéndolo fijamente.

Aparta la vista y cree que nada de eso tiene sentido.

— Seguro solo me sigue doliendo el cuerpo — quiere pensar, pero sabe que lo que le ha dado Madame Pomfrey fue suficiente para que incluso volviera a jugar Quidditch de inmediato.

Vuelve su vista al plato, sin embargo solo puede pensar en su conversación con el director del colegio antes de salir de la enfermería.


Flashback •

Harry se levanto de nuevo, después de que Draco abandonara la enfermería había vuelto a dormir.

Volvió a colocar sus lentes.

Y miro al profesor .

—Buenas tardes, Harry —dijo Dumbledore.

Harry lo miró asombrado. Entonces recordó.

—¡Señor! ¡La Piedra! ¡Era Quirrell! ¡Él tiene la Piedra! Señor, rápido...

—Cálmate, qúerido muchacho, estás un poco atrasado —dijo Dumbledore—. Quirrell no tiene la Piedra.

—¿Entonces quién la tiene? Señor, yo...

—Harry, por favor, cálmate, o la señora Pomfrey me echará de aquí.

Harry tragó y miró alrededor. Se dio cuenta de que debía de estar en la enfermería. Estaba acostado en una cama, con sábanas blancas de hilo, y cerca había una mesa, con una enorme cantidad de paquetes, que parecían la mitad de la tienda de golosinas.

—Regalos de tus amigos y admiradores —dijo Dumbledore, radiante—. Lo que sucedió en las mazmorras entre tú yel profesor Quirrell es completamente secreto, así que, naturalmente, todo el colegio lo sabe. Creo que tus amigos, los señores Fred y George Weasley, son responsables de tratar de enviarte un inodoro. No dudo que pensaron que eso te divertiría. Sin embargo, la señora Pomfrey consideró que no era muy higiénico y lo confiscó.

La copa de las casas. [Drarry ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora