Capitulo 3

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Para mi mala suerte y como era de esperar mi padre hoy se iba a tomar el día libre por lo cual me iba a tener que pasar el día como una ‘’princesa’’. Me levante de mi cama, abrí la ventana y el sol radiante me dio en la cara. <Hace calor> fue lo primero me que me vino a la mente. Abrí mi armario y tome algo sencillo para el día y después cómodo para el viaje de noche 
me peine y evite el maquillaje, pero para no ser menos me puse unos bonitos accesorios. Como mi madre siempre me recalcaba, siempre tienes que estar perfecta. Odiaba eso. Mire el reloj sobre mi mesa de luz y eran pasadas las diez de la mañana. Mire los bolsos con mi ropa que ya tenia preparados, solo eran 3, no era mucho, suficiente para 4 meses, además de que allá de seguro que me compraría mas ropa.
Bajaba las escaleras con lentitud, en la casa se sentía el aire fresco, estaba perfecto para andar descalza, con un short de tela y una remera holgada, nada de maquillaje y el pelo en un rodete desalineado, pero si mi padre me veía vestida de esa manera me enviaría a una escuela de modales de verano, de seguro. Seguí bajando la gran escalera con fotos mías en la pared, de cada uno de mis logros. Primer puesto de bailarina clásica, el premio de mejor actriz en California, la vez que cante en el festival de Summer 2012, fotos con mis diplomas de mejor alumna, de mis bailes de Otoño, invierno, verano y fin de clases. Todas esas fotos traían lindos recuerdos, aunque me hubiese gustado compartirlos con alguna amiga para después poder bajar esa escalera, ver la fotos y recordar juntas lo que habíamos pasado. Termine de bajar la escalera y contemple mi casa, iba a ser una de las ultimas veces que la vea por 4 meses, había algo raro en ella, será porque estaban abiertas las ventanas y el calor de verano entraba, no lo se, pero si pretendían hacer que me quedara estaban fallando. Me dirigí a la cocina y vi a mi padre sentado leyendo el diario, con un plato de tostadas y su café de todas las mañanas.
-Buen día- Salude, nadie respondió, me senté frente a mi padre y Naomi me sirvió mi desayuno, chocolatada fría con torta de chocolate.
-Hija, quería decirte que todavía estas a tiempo si quieres cambiar de opinión-
-No padre, gracias- Tome un sorbo de mi chocolatada. –Y mi madre?- Pregunte al ver que se encontraba.
-Esta tomando un baño- Contesto el. Bien, ahora tengo hasta por lo menos las 5 de la tarde, que voy a hacer? Me pregunte. Mi papa seguía concentrado en su diario. Termine de desayunar y ya eran las 11 de la mañana, subí a mi cuarto nuevamente y mire a mi alrededor. Divise mi computadora, la enchufe en su cargador para poder usarla en el viaje e hice lo mismo con mi celular. Entre en mi armario y me fije que era lo que me faltaba, para mi suerte, todo ya estaba guardado. Tome un bonito bolso de mano rosa y entre en mi baño. Iba a necesitar mi cepillo de dientes, mi acondicionador, shampoo y cepillo para el pelo, tome un par de clips, mi perfume y desodorante, lo metí todo en mi bolso y lo lleve a la cama. Ya no sabia que hacer, prendí la tele y comencé a hacer Zapping. Nada, no había NADA, como pasar 5 horas de espera si no hay como. En eso tocaron la puerta.
-Pase!- Grite, al abrirse la puerta divisa a Alejandra una de las mucamas. –Hola Ale- Le dije al divisarla.
-Hola señorita (Tu apellido), que quiere para almorzar?-
-Primero, dime pequeña (Tu apellido), no me guste que me llamen como señorita, ya te lo dije Ale y segundo puede ser carne al horno con papas fritas por favor?-
-Claro, por supuesto-
-Y pregúntale a mi padre si me deja comer aquí, no me apetece bajar-
-Seguro, en seguida le traigo todo-
-Gracias Ale- Alejandra era muy joven, era raro tenerla como mucama, a veces ella era quien me ayudaba para elegir mi atuendo para las fiestas escolares, era lo mas cercano a una amiga, pero como mi padre, terco y testarudo, siempre que la veía hablando conmigo la mandaba a trabajar, para mi suerte siempre estaba presente para protegerla. Seguí mirando la tele hasta que me trajeron el almuerza, intente hacerlo lo mas largo posible para así no aburrirme, cuando termine decidí salir a dar una vuelta por mi casa. Si, como tan grande era podías hasta jugar escondidas que tardarían en encontrarte. Me pasee por toda la casa, mirando las fotos como si fuera la primera ves que las veía, salí al patio y vi a mis perros jugando. Cosmo y Wanda, dos dálmatas que los teníamos desde pequeños, al verme corrieron hacia mi.
-Ya paren- Dije riendo, ellos estaban sobre mi y yo en el piso. –Basta, Basta- gritaba, ellos pararon, son obedientes, me senté y los acaricie mientras miraba el gran patio. Vi mi vieja casa del árbol y me llamo la atención. Me pare y camine hacia ella en compañía de mis perros. Subí lentamente, la escalera estaba vieja y si pisaba con fuerza se rompía, mis perros se quedaron abajo esperando como si tuviera comida allí arriba. Estaba como la ultima vez que había subido, con las cortinas rosadas de siempre, el techo con luces de navidad, que por supuesto las prendí para ver mejor, mi caja de juguetes, papeles y la bonita alfombra que nunca deje que mi madre tirara. Esa casa era la mejor que existía aunque sea común y corriente. Me senté en el centro y abrí una pequeña caja que había en una esquina. Encontré una foto que creía perdida.
-Oh Dios- exclame, la tome entre mis manos y le quite el polvo. –Pequeño Java, debes tener unos – Conté con mis dedos – 20 años ahora- Javadd había sido lo mas cercano a un mejor amiga, tres años mayor que yo, sus padres Vivian junto a nuestra casa y eran colegas de los míos, trabajaban en la misma empresa, pero cuando mi papa abrió otra sucursal en no se donde se tuvieron que mudar y no lo volví a ver. Sus pestañas largas y ojos miel, sus dientes redondeándoos y perfectos, su risa contagiosa y su boba manera de decir ‘’Vas Happenin’’, dos años pasamos juntos y luego se fue y para peor, no se despidió de mi. –Vaya a saber donde estas pequeño Javadd, tu y tu nombre raro-

Diamantes En Bruto (1D y Tu) TERMINADA Hot Muy PERVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora