Scared of Crowded Places || DUAMILA Fic

3

3 meses después
El sol amenazaba con salir y ya Camila estaba despierta, pero seguía en cama junto a la alfa, quien dormía plácidamente a su lado, la joven aún no se acostumbraba a aquellas paredes, no era su casa, bueno, ahora lo era, debido a que a quien consideraba su amiga le dominaron los celos hasta el punto de lograr betarla del pueblo donde había crecido.

Camila quería levantarse y alistarse para aquel nuevo día, en el cual esperaría a que se le asignará una tarea en el pueblo, pero hacia tanto frío que prefería mantenerse bajo las mantas de piel y junto a Dua quien emanaba un calor tan cómodo que hubiese deseado quedarse ahí todo el día, lamentablemente eso no les duraría a ambas ya que la Beta de la manada había irrumpido en su habitación.

—¡Buenos días, cachorritas!— Sonrió con diversión y se percató de que ambas estaban desnudas. —¡Oh! Hace frío ¿puedo unirme a ustedes?— Se acerco a la cama con una sonrisa llena de picardía, Ariana sabía que eso haría molestar a la Alfa, pero no le importaba, se divertía haciéndolo.

—Piérdete, Ariana— Gruñó Dua mientras se cubría la cabeza con la almohada. La beta claramente no le hizo caso ya que se subió a la cama de igual forma. Esto alertó a Camila de sobre manera, logrando así encogerse en su lado de la cama. Ariana al ver su reacción soltó una pequeña risa.

—Tu mate es bien tímida ¿No es así?— Con sus delgados dedos levanto el mentón de la menor. Los ojos de la beta le intimidaban enormemente, no podía despegar su vista de la de ella, quería, pero no podía y no lograba entender porqué.

—Ariana, será mejor que la sueltes si no quieres que te arranque la mano— La risa de la joven inundó la habitación, sabía que había hecho enojar a la alfa por tocar a su mujer, pero también sabía que no la dañaría, ella jamás podría herirla, eran mejores amigas.

—Tranquila, alfa, sé que es suya, no hace falta que gruñas tanto— Le sacó la lengua y bajo con agilidad de la cama, justo cuando estaba por retirarse le lanzó un beso a la menor seguido de un guiño coqueto y con ello se retiró de la habitación

Camila dejo salir un suspiro de alivio y se recostó boca abajo en aquella cama, un día productivo no estaba entre sus planes. —Cabello arriba, despiértate— La menor gruño y enterró su rostro en la almohada, no quería levantarse ¿por qué no podían dejarla dormir?

Sintió las manos de su mate subir por su muslo interno e inmediatamente se tensó. —La verdad es que te ves bien, creo que mejor te quedas tal y como estas— Con suavidad depósito besos a lo largo de su espalda

—Dua, quiero dormir...— Se quejo la morena mordiendo sus labios para no soltar ningún ruido inapropiado que pudiese delatarla. —Tranquila, no tienes que moverte— La alfa sonrío de manera maliciosa y la volteo bruscamente para luego adentrarse entre las piernas de la morena quien inmediatamente alzó la cabeza y no le dio tiempo de adivinar que era lo que se proponía Dua ya que está se había adelantado a colocar sus labios al rededor de su centro.

Su lengua acariciaba su centro de un lado a otro, de arriba a abajo, la menor jadeaba incesante debido a los movimientos de su mate. De repente y sin previo aviso Dua introdujo dos sus dedos
—¡Oh!— Echo toda su cabeza hacia atrás, está vez mordiendo su labio inferior tratando de acallar sus gemidos, Camila enterraba las uñas en la cama mientras Dua se deleitaba con los gritos de placer de la menor quien no pudo contenerlos más debido a que esta aumento la intensidad de sus embestidas . —¡Mierda! ¡Dua!— Está vez se aferró a la almohada con todas sus fuerzas.