Lo separo de mí sin decir una palabra.
-Perdona-dice con una sonrisa enorme.
-Ojala esto no se haga costumbre entre nosotros-lo fulmino con la mirada-anoche me secuestraste y me robaste dos besos...hoy otro más-suspiro-no quiero pensar en mañana.
Sonríe mostrando sus impecables labios.
-Ya quiero que sea mañana entonces-replica.
Niego con mi cabeza, pero no puedo evitar tener una sonrisa que recubre mi rostro.
Me levanto del banco donde estamos.
-Pero Molly, ¿quieres salir?-pregunta tímidamente.
La verdad quiero conocer este chico, pero no sé si quiero formar algo con él. No es mi tipo, somos demasiado diferentes.
-Lo pensare-rodo los ojos-¿tienes numero?-mascullo.
Se revuelve el cabello y luego mete una de sus manos en el bolsillo de su delantal sacando una pequeña hoja blanca que tiene el eslogan de la cafetería.
Escribe algo y me lo devuelve.
Guaro el pequeño papel en el...maldito vestido, no tiene bolsillos y por esa razón lo llevo pegado a mi mano.
Me largo de allí pero la mano de Sam sobre mi hombro me lo impide.
Maldita sean sus manos musculosas.
-¿Y ahora qué?-pregunto dándome la vuelta para ver su rostro nuevamente.
Saca una carcajada.
-¿Puedo despedirme? -suplica.
Oh no, no, no, nada de besos, odio que haga eso, lo odio de tal manera que la próxima vez su cachete va a terminar con una leve franja roja.
-Sam, me llegas a dar otro beso y...-replico pero él posa un muy dulce beso en mi cachete haciendo que yo me quedé sorprendida.
En este momento lo único que hago es sentir su tenue, delicado y maravilloso beso que todavía se posa en mi rostro.
Despega sus labios de mi rostro y me dedica una sonrisa.
-¿Mejor?-pregunta
-Mejor-afirmo
Me despido con un movimiento leve de manos, y el vergonzoso momento está a punto de llegar al ver a mi madre con una cara de confusión total.
Entro por segunda vez a la cafetería y veo a mi madre sentada en la misma silla, con preocupación.
-Mañana te explicare todo-le digo con cara cansada.
Me fulmina con la mirada, lo que me falta.
-Hija, un chico, un tal Sam me dejo esto para ti.
El la mesada se posaba un papel con mi nombre.
Agarro el muy abollado papel y lo leo.
"Llámame o escríbeme, ya quiero robarte otro beso
Sam"
Mis mejillas empiezan a envolverse en un tono más rosado, la vergüenza no hace más que recorrerme todo el rostro dejando que mi madre me vea.
El bollo de papel se me cae dejando solo uno en mi mano.
Se abre en el suelo y mi madre lee.
-"Llámame o escribirme, ya te quiero... ¿robar un beso?-respira profundo-Molly ¿qué es esto? Y me explicas pero ya.
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Loca por él. [EDITANDO]
HumorMolly es una de esas muchachas que no le gusta perder su tiempo en muchachos ni en el amor…ella odia el amor, al igual que odia las fiestas. Prefiere usar su tiempo en algo más productivo que estar por algún lado emborrachándose. Perece que tiene un...