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Jeongguk.

Ah, ella es realmente bonita en todos sus aspectos. Odio cuando lo niega, esta mintiendo y... ¡mentir está mal!

Su cabello oscuro volaba conjuntó a la leve brisa que estaba en el parque. Apesar de que podíamos elegir la ropa que querías, ella siempre andaba con sus vestimentas blancas, congeniando con su nívea piel y cabellera azabache.

Observé como sonreía por los rayos que caían sobre los árboles frente a ella. Si pudiera, traería mi cámara y le tomaría una foto, le haría millones de copias y no la perdería jamas.

—Eres tan linda... —Un susurro se escapo de mis belfos y sentí el calor asentarse en mis mejillas. Ella me miró con expresión curiosa; sus cejas estaban fruncidas al igual que sus labios.

—¿Uh? ¿Sucede algo? —Sentí mi corazón later con rapidez, no creó que haya escuchado... ¿Verdad?

—Nada, Yong. —Sonreí dejando a relucir mis dientes blanquecinos. Ella sonrió tiernamente antes de seguir admirando el paisaje.

Me acerqué aún más a ella, la fragancia dulce y de vainilla se olía desde aquí. Me quede embobado en los detalles de su juvenil rostro; algunas marcas podrían ser de una aventura de la niñez o adolescencia, tenía unas adorables y casi inexistentes pecas adornar parte del puente de la nariz y sus pómulos. Sus ojos tenían un brillo de felicidad y estos estaban inclinados levemente hacia arriba, dejando a la mirada unos ojos de gatos. Su piel se veía limpia y bien tratada.

La risa que se escapó de aquellos labios rojizos y bien formados fue música para mis oídos.

—¿Qué miras? ¿Tengo algo en la cara? —Comenzó a pasar sus manos con rapidez sobre su rostro, llegando a dejar su piel rojiza.

—No tienes nada, estaba admirando lo bonita que eres... —Sonreí nuevamente y un color salmón apareció sobre sus mejillas. El cosquilleo en mi estómago se acrecentó y mi corazón parecía correr una maratón.

—Ah~... Jk, ¿qué haremos contigo? — Colocó una de sus manos en su frente y negó con una sonrisa en sus labios. Tomé su mentón y acerqué en demasía su rostro con el mío.

—Qué tal besarme... ¿no? —Con valentía y mi corazón correteando a mil, reposé mis labios sobre los suyos, cerrando los ojos al instante. Las conocidas mariposas se incrementaron y formaban en mi tranquilidad por el contexto en el que estábamos.

Apesar de ser un beso inocente, el aire escaseaba entre ambos y, por obvias razones nos separamos. Yong tapó su rostro con sus manos mientras yo reía feliz por su reacción. Pasé uno de mis brazos por sus cortos hombros y con suma delicadeza, apoye su cabeza contra mi pecho.

—Yong... Te quiero. — El teñido rojizo también se apareció por mi cara. Sonreí mientras sentía que ella seguía riendo felizmente.

—🍚—

459 palabras justas, lul.
¡No tengo ni idea de lo que escribí, pero espero, te haya gustado!
nos vemos y, gracias por leer~💕

—momori🍚

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