Oneshots de una escritora principiante

Un adios en las vias del tren

El velo que cubría su rostro la hacía parecer mas angelical a su vista, no podía esperar mas a tenerla entre sus brazos y poder decirla suya, sin impedimento alguno y hacer junto a ella una vida llena de felicidad, viendo crecer a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, y así, a todo su descendencia; hacerse viejos y morir juntos. La novia llegó al altar y el novio levanto la delicada tela que cubría el rostro de ella. Una sonrisa cómplice en sus labios y la ceremonia dio comienzo.

Nunca habían sido tan felices, pues al fin estarían junto al a persona que han amado por tanto tiempo, nadie impidió que ese amor se uniera para comenzar a ser felices. Los novios salen de la iglesia sonrientes, realizados y siendo aclamados con júbilo por familiares y amigos que están contentos por su unión, pronto todos están en la residencia de los padres del novio festejando el suceso, cuando de pronto, camionetas y coches de la milicia llegan a la fiesta haciendo rechinar los neumáticos asustando a los invitados. Un hombre de gran altura y robusto con el rostro impregnado de una seriedad y altanería que no había sido visto por ninguno de los presentes hasta el momento, se bajo del primer auto que se estacionó; mirando a todos los concurrentes y con voz autoritaria demandó. — ¿Donde esta Overbraint?—.

Los invitados consternados se hicieron a un lado abriéndole paso al novio, quien iba tomado de la mano de su ahora esposa. —Aqui estoy. ¿Para qué se me busca?— contesta con intriga a la exigente pregunta de aquel hombre.

—Fuiste uno de los seleccionados para defender a tu país, mañana primera hora partes en el tren asignado para llevarlos a su destino. — informo el soldado al tiempo en que extendía una carta hacia el joven.

—Lo lamento pero no puedo aceptar.

—No es si quiere aceptar señor, es una orden expedida por el general, la cual si se no se realiza será encarcelado por destacado a una orden federal.

La joven recién casada, angustiada habló. —Por favor tengan un poco de consideración, acabamos de casarnos.

—No es nuestro problema, mañana a primera hora  partirá a la guerra. —Dicho esto el soldado dio media vuelta y se encamino al vehículo donde se subió y se marcho del lugar dejando tras de el un joven enojado, una novia destrozada y un concurrencia triste y sin ganas de festejar. Momentos después la fiesta se disolvió entre disculpas y silencio.

Al día siguiente la ahora ya no tan feliz pareja esperan en las estación el triste destino al que se enfrentarían, no sabían que decir, ambos callados y abrazados sentados en una banca cerca del andén.

La hora había llegado, era momento de separarse pues el destino se había propuesto alejar sus caminos aun después de haberlos unido el día anterior y hoy él se alejaría de ella. Que tristes son las historias de amor en las que dos corazones terminan rotos sin ser ellos los culpables. Los dos se levantan de la banca en la cual estaban sentados, el la besa desesperadamente, ella le corresponde abrazándolo como si fueran a fundirse el uno con el otro, sus lágrimas derramadas hacen el beso mas amargo.

— Regresa pronto mi amor — le susurra entre el llanto a su amado tomándolo de la mejilla con un toque delicado.

—Lo haré, y seremos muy felices ¡no olvides nuestro amor! — contesta del mismo modo aquel desdichado apretándola entre sus brazos.

El tren hace sonar su maquinaría anunciando su partida, haciendo que el llanto aumente y su abrazo se vuelva más fuerte. El chico avanza hacia la locomotora dejando atrás su vida, su felicidad y a su amada.

La máquina comienza a avanzar, gran cantidad era la de jóvenes, señoras y niños despidiendo a todos aquellos que han abordado, muchas lágrimas se derraman pues saben muchos de ellos no regresarán. Se escucha el ruido que la locomotora causa al avanzar por las vías del tren que se lleva a todos aquellos desafortunados que irán a luchar por su patria y uno de ellos se va sin tener conocimiento que en nueve escasos meses tendría un hermoso pequeño ser que llevaría su sangre y sería tan parecido a él, pequeño al que jamás llegaría a conocer.