Eres una chica latina que se muda a Corea del sur, hace dos años.
Estás en una preparatoria muy conocida de Seúl, por lo cuál, eres una chica popular debido a que no tienes rasgos coreanos, ojos café, grandes pestañas, alta y piel pálida. Eres conocida tanto en las chicas como en los chicos, muchos chicos te han confesado su amor, pero sabes que todos esos chicos sólo te buscan por el físico y no sentimentalmente.
—T/__/N el profesor de química dice que debes llevar los libros al salón 2 B —dice Elena, la presidenta estudiantil de tu escuela. Tomas uno por uno y vas directamente a la clase 2 B. En la clase 2 B está el primer amigo que hiciste al llegar a Corea y es Min Yoongi, a partir de ese día han sido muy buenos amigos.
Abres la puerta y notas que no hay nadie, o eso creíste, pones los libros en el escritorio y antes de irte alguien toma tu mano y te asustas.
—Yoongi, dios, me asustaste. ¿Qué ocurre?
—T/__/N , ¿puedes quedarte unos minutos? Necesito hablar algo serio contigo —se le notaba algo nervioso, te preocupaste por él, así que lo correcto era escuchar qué diría.
—Puedes contar conmigo para lo que sea, aquí estaré. Ahora cuéntame, ¿qué pasa?
—Está bien, me conoces desde hace dos años, sabes que soy muy malo demostrando mis sentimientos y lo tímido que puedo ser con las chicas—respira profundamente para continuar—. Pero hace un buen tiempo comencé a sentir cosas por ti, cosas que ni yo mismo quería creer, ya que nunca me había sentido así por alguien y cuando me refiero a sentir, sería emocionalmente en el amor. La primera vez que te conocí fue muy gracioso, ya que no eras el tipo de chica tímida, hablabas como un loro y eso siempre me gustó de ti. A medida que pasaba el tiempo comencé a verte de forma diferente, era algo duro para mí, porque desde un principio te ví como una amiga y no como algo más. Pero ya es momento de que sea honesto contigo, porque no puedo aguantar un minuto más.
Estás tan concentrada en sus palabras que no te das cuentas lo que se refería con todo ésto, pero sabes que algo serio se aproxima.
—Me gustas T/__/N, me gusta todo de ti, tu sonrisa, tu rostro, tu personalidad, tu risa, todo. Me gusta estar a tu lado y que siempre estés ahí para mí cuando más te necesito, por eso quiero estar siempre contigo.
Tu corazón comienza a latir más rápido y sientes que poco a poco va saliendo de tu pecho. El chico que te gusta se había confesado y no lo podías creer.
—¿Quieres ser mi novia?
Saca una rosa roja y te la da en manos. Cuando ves su cara no puedes controlar al ver lo dulce que se ve.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya sabías cual es tu respuesta, no era necesario hablar, tus acciones hablarían y era suficiente con eso. Tomas la rosa y lo abrazas fuertemente, susurrándole en el oído: por supuesto Yoongi oppa.
