KiriBaku

Capitulo 5.

  "... La primera opción, es que te pida que solo se comporten como compañeros de clases y se eviten lo mas posible..."

Al escuchar como el rubio ceniza ponía el seguro de la puerta, tragó saliva inquieto.

Ambos decidieron que era mejor hablar en el cuarto del más alto para evitar molestar al tercero que vive en aquel bloque.

Miró alrededor. Una habitación simple. Y ahora que lo pensaba, esta era la primera vez que entraba a ese lugar.

Lo que le recordaba que su amigo tampoco ha entrado en su habitación.

-Puedes sentarte donde quieras- habló mientras dejaba su bolso a los pies de la cama y se quitaba la chaqueta para dejarla sobre el.

Asintió con la cabeza. Vio una silla frente a un escritorio y se sentó en ella poniendo el bolso sobre sus muslos. Prefería tenerlo en sus manos. Si la conversación no iba bien, sería más fácil salir rápido.

El rubio ceniza se sentó en la orilla de la cama, justo frente al pelirojo. El silencio se alargó por varios minutos haciéndolos sentir incómodos -Diablos- se sobó la nuca y miró hacia un lado -Iré directo al punto...- lo miró frunciendo el seño y el mas bajo dio un respingo -... ¿De verdad te gusto?-

Se sorprendió, ruborizó y desvió la mirada -Yo...- después de unos segundos, bufó molesto y triste -Ya te lo dije... ¿Por qué querría besar a alguien si no me gustara? Tú eres mi primer...-

-¿Cómo puedes estar seguro de eso?- al ser interrumpido, miró otra vez a los iris igual de rojos -¿No puedes estar confundido? Hay muchas chicas en nuestra clase... Estúpidas, pero a varios chicos les gustan- el pelirojo volvió a desviar la mirada -Debes pensarlo mejor. Lo único que importa en convertirnos en héroes ¿Por qué no mejor estudias mas y practicas?-

Apretó los puños -¿Ya terminaste?- el rubio levantó una ceja interrogante -Si eso es todo lo que me querías decir, me iré a mi cuarto- se puso de pie colgándose el bolso -No te preocupes, no me acercaré mas a ti, Bakugo- comenzó a caminar, pero una mano le sostuvo con mas fuerza de la necesaria el brazo.

-¡Espera, imbécil!- lo jaló hacia atrás sentándolo en la cama a su lado -Solo estoy intentando que te des cuenta que hay cosas mas importante que algo tan estúpido como el amor-

Suspiró derrotado mientras se ponía cabizbajo -Ya me rechazaste y dijiste que me alejara... ¿No fuiste lo suficientemente cruel ya?-

Mordió su labio inferior. Quería gritarle mil cosas, pero sabía que debía controlarse -Lo olvidaré- el mas bajo lo miró con duda -Olvidaré lo que pasó ayer, así que tu también olvídalo y sigamos como siempre-

"... Y la segunda opción, es que prefiera olvidar todo, como si nunca hubiera pasado..."

Volvió a ponerse cabizbajo y sonrió levemente -"Midoriya siempre es tan asertivo"- sintió la fiera mirada sobre él esperando una respuesta. Se puso de pie acomodando su bolso y dándole la espalda. Después de todo, él ya la tenía -Está bien. Olvidemos todo y seamos amigos otra vez- se volteó mostrándole una alegre sonrisa de dientes afilados.

El rubio ceniza respiró aliviado sin demostrarlo. Solo pasó poco más de un día sin ver aquella resplandeciente sonrisa, pero la extraño como si fueran años.

Intercambiaron un par de palabras mas (la mayoría fueron insultos por parte del más alto), y el pelirojo se despidió para ir a su cuarto.

Al cerrar la puerta tras él, recargó la espalda en ella y se deslizó hasta sentarse en el piso -"¿Cómo puedo olvidar estos sentimientos si mi pecho duele tanto que me cuesta respirar?"- abrazó sus rodillas y dejó salir unas cuantas lagrimas -"¡¡Por favor!! ¡¡Que alguien me diga como arrancarlos de mi corazón!!"-

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Continuara...