parte 6 -¿que sucede contigo?-

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-con que creías que todo había acabado- podía notar la vena de Joel palpitando desde donde estaba.

Incluso un débil como yo, no tendría paz ante los abusadores como Joel travers.

El ambiente era incomodo. Me encontraba sentado frente a el con mis piernas cruzada, como si acaba de ser intimidado por aquel agresor. El se encontraba con los brazos cruzados, como si tuviera al menos una idea de como arruinar mi vida en tan solos segundos.

-bien, tenemos trabajo que hacer. Rápido, comienza a moverte- mis manos se encontraban temblorosas al tomar el bolígrafo. Me sentía como una presa, un mal movimiento, podría hacer que me devoren al instante.

Paso tiempo, en donde yo seguía haciendo mi labor y Joel la suya. Al parecer se veía muy tranquilo para querer seguir molestándome. 

Desde el otro lado de la barra observaba su espalda, antes se encontraba erguida, ahora una silueta sensual como una serpiente se dibuja en ella. Incluso para un hombre hetero resulta atractivo. Sus ojos, aquel color como la miel y lucidos. Antes parecían estar dispersos en su mundo sin ninguna emoción demostrativa. Su cabello, aquel peinado hacia atrás, con brillos y perfumes que tanto deja para anhelar. ¿Por que aquel cambio tan drástico? ¿Antes le gustaba ser callado y comer mirando hacia la pared? Era un completo extraño.

Una risa se desprendió de mis labios, llamando la atención de Joel.

-¿de que te ríes? ¿Ya terminaste de holgazanear? O aun no te olvidas de mis huellas.- aquello, me dejo mas que ofendido, pero haría la vista gorda para no seguir la discusión.

-no presumas. Joel... ¿Antes, te sentías a gusto con tu persona? ¿por que el cambio tan drástico?-

-¿no te lo he contado todo? Fue tu culpa, en resumen.- se acerco a la barra para cruzar sus brazos sobre ella y dejar su rostro muy cerca del mio. -aunque... No lo recuerdo, tampoco recuerdo porque actuaba de manera.-

¿Aquella era una forma de decir que no estaba cómodo consigo mismo? Frente a frente, a unos pocos centímetros, Joel se reposo sobre la barra cerca de mi. Sus ojos mas de cerca, brillaban mucho mas que antes. Con su codo sobre la barra estiro su brazo tomando mi mentón, mis labios sedientos, por alguna razón no me molestaba tenerlo tan cerca de mi. Como si yo... Estuviera implorando por un rose de sus labios, no solo de ellos, mas allá, explorar de manera correcta lo que habíamos iniciado, solo que... NO PUEDO HABER PENSADO AQUELLO.

Me dio tanta vergüenza que sentía su mirada clavada en mi como si leyera mi mente.
Mi corazón se encontraba excitado, como si corriera una maratón, solo que estaba sentado en ese lugar, con Joel, un hombre, frente a mi.

Repentinamente Joel se alejo de mi ¿por que hizo aquello? Actuando tan deliberadamente y ahora...

-Oye...- alcance a decir cuando este volteo.

-¿que sucede? ¿Necesitas saber algo?- tan frío después de haber actuado de aquella manera incomprensible.

-no es nada. Volveré otro día para enseñarte lo que planeamos. Hoy debemos tener una junta por la tarde y exponer los proyectos.- Joel asintió, se veía tranquilo, pacífico.

-Andy- me llamo por mi nombre ¿por que su voz se sentía suave? Frene mi paso para verlo frente a mi. -no es nada, ve con cuidado.-

algo me decía que ambos sentíamos la necesidad de hablar algo importante, pero ninguno tenia las agallas. 

Volví a mi oficina exhausto, no tuve mejor idea que caminar antes que tomar el bus. A estas alturas mi salario debería alcanzar para tener mi propio auto.

Detrás de mi se escucho un golpe sobre la puerta, era el Sr Alex.

-oye ¿has podido arreglar las cosas con Joel?- asentí dejando soltar el papeleo sobre el escritorio. -¿por que te has tardado? Solo debías preguntar por los detalles y volver, o aun mejor, solo arreglar las cosas por teléfono.- esto ultimo, mis cabellos se encresparon.

-¿me lo dices ahora?- apretaba mis dientes colmando mi paciencia.

-ya, no es asunto mio. Luego salgamos todos a beber- asentí librado.

Por la tarde tuvimos la reunión y organizamos con el presupuesto que contábamos. A partir de ese momento, todo quedaría fuera de nuestras manos y seria cedido a otros expertos. Es decir, nuestro trabajo ya estaba hecho.

No se en que momento ocurrió, pero cuando desperté, desperté sobre el cuerpo desnudo de Joel, ¿como diablos paso esto? Me levante rápidamente aplastando el pecho del ajeno brutalmente.

-diablos.- escuche decir con su voz ahogada. 

  Al instante sentí mi cabeza aturdida y mareada, como si hubiera un terrible ruido resonando en mi mente, lo cual no era así. Mi boca seca y aun podía sentir el gusto del alcohol en mi paladar.  

-¿como entraste aquí?- la oscura habitación me decía que esa no era mi habitación. 

Una sonrisa soñolienta se reflejo sobre la escasa luz de la ventana.

-como llegaste tu a mi habitación.- me corrigió. -anoche te embriagaste y me llamaste llorando. ¿Que me decías? ¡Ah! Si, que no podías olvidarme y tomara la responsabilidad de confundir tu mente.- se sentó sobre la cama dirigiendo su brillosa mirada maligna sobre mi. -entonces fui. Y me hice responsable.- rápidamente mire bajo las sabanas y toque mi parte baja del cuerpo fijándome en si traía ropa o no. Por suerte los boxers aun estaban puestos.

-lo siento. Fue mi culpa.- baje mi mirada totalmente decepcionado de mi.

-no importa.- estiro su brazo en busca de un cigarrillo al cual encendió. - vamos.- su mano en mis cabellos. -preparare el desayuno para ti.- este nuevo trato ¿a que se debía?

- ¿que sucede contigo?- sin respuesta. Se puso los pantalones y se alejo de mi.

En silencio preparo el desayuno de ambos, unas tostadas con huevo revuelto y un cóctel de frutas sin alcohol. sus dotes culinarios eran mayores que el talento de cualquier persona.

-¿puedes decirme que sucedió anoche?- con el baso en mis labios.

-ya te lo dije. Me llamaste llorando, protestando, enojado, feliz, triste, incluso hablaste de tu gato Cascabel y de cuanto lo extrañabas.- tomo su celular mostrándome la agenda de llamadas, trece llamadas mías. La vergüenza aun se encontraba en mi sangre, nunca podía parar de hacer el ridículo. Me pregunto que habré hecho mal en la vida anterior.

-lo siento mucho, de verdad. No quería causarte molestias. Mucho menos si intento cortar lasos contigo.- esto ultimo lo dije en voz baja, aun no sabia con certeza si quería que el lo escuchase o no.  

-¿cortar lasos conmigo?- sus ojos ya no me veían a mi, solo se concentraba a una esquina de su habitación con irritación. -André, solo vete. si no sabes dejar las cosas en claro, es mejor que te marches- ¿por que se encontraba tan enojado conmigo? En mis adentros se sentía que algo andaba muy mal, no era el momento o... Era mi culpa. 

Deje mi desayuno y tome mi ropa. el silencio abundaba por aquel cuarto, incluso cuando atravesé la puerta y Joel jamas me detuvo. 

ese beso, me pertenece. (yaoi-gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora