XXXVI

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—Destroza a esa zorra.

Dijo Kibum, ganándose una fuerte carcajada por parte de Taemin, quien ahora se encontraba abotonando aquella camisa de vestir negra, la cual, por cierto, tenía algo de transparencia, por lo que el bonito torso del menor estaba casi expuesto.

—¿Y si su ex es más bonito que yo? —Cuestionó el menor, ahora inseguro de haberse colocado aquella camisa pues no sabía si era la adecuada para aquella ocasión.

Kibum, metiéndose a su armario para luego regresar con un saco negro y tenderselo a su amigo para completar su atuendo, respondió.

—¿En serio? Taemin, eres mi mejor amigo y si fueras feo creeme que no estaría aquí ahora. —Ganándose una nueva risa por parte de su amigo, Kibum se sentó sobre su cama y sonrió.— Te ves muy bien, deberías de prestarme esa camisa algún día.

—¿Estás seguro de que deba de llevar ésta?

—Sí, Lee, y con el saco abrochado no se ve absolutamente nada, no te preocupes. —Dijo Kibum, haciendo que Taemin ahora se sintiera más seguro con su atuendo y chasqueó la lengua.— Y ya me tengo que ir, Jonghyun me invitó a su casa a cenar.

—Dejame adivinar, la cena es él.

Sé burló Taemin, ganándose un golpecito en el hombro por parte del mayor pero aún así rió porque sabía que estaba en lo correcto. Sin embargo, ahora aque estaba completamente solo en su casa, sentado en el sofá mientras esperaba a su novio, los nervios no tardaron en hacerse presentes.
¿Y si no le agradaba a sus amigos? ¿Y si terminaba haciendo algo mal? ¿Y si aquel tipo lograba robarle a SU Minho? No. Nunca.
Porque Minho era suyo y de nadie más y si esa persona llegaba a intentar algo alguna vez, conocerá un lado suyo que nadie más haya visto antes.
Al escuchar el sonido del timbre, Taemin se levantó de un salto y arregló su cabello por décima vez antes de abrir la puerta y encontrarse al hombre más apuesto del mundo.
En el tiempo que llevaban de conocerse, nunca lo había visto tan elegante.
Tan exquisito.

—¿Ya está listo mi baby boy? —Cuestionó el alto, observando de arriba hacia abajo a su menor porque si antes se sentía realmente enamorado de él, ahora lo estaba aún más. Estaba loco por él.

El mayor se acercó al delgado cuerpo y lo rodeó con un brazo para luego depositar un sonoro beso sobre la cabeza adversa.

—Vámonos, bebé.

El camino hacia el salón fue más corto de lo que pensó, Taemin ni siquiera tuvo tiempo de organizar sus pensamientos y de calmar sus nervios, sin embargo éstos desaparecieron cuando, al estacionar el auto, Minho tomó su mano antes de salir del auto y se acercó a besar sus labios para luego susurrar un "Te ves demasiado bonito, muero por presumirte con mis amigos."

El salón era enorme, era demasiado elegante, un enorme candelabro colgaba del techo y unas cálidas luces alumbraban todo el lugar.

—Vamos con Jinki, ven. —Musitó Minho, tomando a Taemin de la mano para luego llevarlo con un hombre que platicaba alegremente una hermosa mujer.

—¡Jinki, Luna! Felicidades a los dos. —Dijo Minho, abrazando primero a su amigo y luego a la mujer que sonreía amablemente.— Les presento a Taemin, mi novio.

Y mientras Taemin esperaba una reacción de sorpresa por parte de la pareja, ocurrió todo lo contrario, pues el mayor de los cuatro empezó a aplaudir alegremente mientras su esposa soltaba una leve risa.

—Ya era hora de que nuestro Minho saliera con alguien. —Musitó la mujer, sonriendole a Taemin y luego al alto para luego abrazar a su ahora esposo.— Espero que disfruten de la fiesta, cualquier cosa pueden preguntarnos.

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