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Un minuto de inseguridad puede cambiar la perspectiva de las cosas y dar una vista completamente diferente a la que deseamos.
Podemos inconscientemente crearnos una persona en nuestra mente, una en la que nunca queremos convertirnos, pero también, podemos crear un millón de rasgos que moriríamos por obtener, nos cuesta aceptar que en realidad no somos exactamente como queremos ser, pero si podemos darnos cuenta de que tenemos una personalidad marcada, que sí cambiaramos nos llevaría a ser parte de una persona ficticia, que solo existe en nuestra mente.

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