Capítulo Único

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¡Hola!

Desde hace mucho he tenido ganas de escribir una historia con su compatibilidad de horóscopo, y hoy por fin se me hizo realidad. Además, hice esto para celebrar el cumpleaños de Teshima que es hoy 11 de septiembre. 

Este fanfic está compuesto por pequeñas historias que no están entrelazadas este si, es decir, son independientes. Y cada una de ellas nace de un pequeño trozo donde se entrelazan ambos signos. Esos trozos los hallé investigando vía internet y son producto de un resumen que hizo luego de leer en varias páginas.

Otra cosa, al parecer los signos cambiaron de fechas hace poco (no estoy muy consciente de eso, me confunde más bien) pero yo me guíe en base a lo clásico y lo que tengo entendido durante toda mi vida (además de que lo que leí de ambos signos, y que leerán a continuación, se me hizo exactamente como ellos dos) 

Finalmente, la aclaratoria de los signos: Teshima (11 de Septiembre) es Virgo y Aoyagi (24 de Febrero) es Piscis. 

Tal vez esté un poco OOC, esta historia me costó bastante a decir verdad, pero espero les agrade. 

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El fuerte de Virgo es su inteligencia analítica, resuelve los problemas con lógica y precisión. Por su parte, Piscis destaca por ser imaginativo.

Era un día sábado, apenas pasaba el medio día, y luego de compartir un rico almuerzo (cortesía de la madre de Teshima) Aoyagi se adentró al campo de girasoles con una libreta bajo el brazo.

Ese día, Teshima y Aoyagi decidieron trazar una ruta en las montañas como parte de su entrenamiento en conjunto. Cuando completaron el plan de prácticas (efectuado, en su mayoría, por Teshima) Aoyagi aprovechó el momento, y el tan bonito paisaje al que llegaron, para dibujar un rato...

El campo de girasoles no parecía ser muy amplio a simple vista, pero alguien podría perderse en este fácilmente. Con la ausencia de Aoyagi, el de negros cabellos decidió realizar unas mejoras a sus planes en base al resultado de la práctica de esa mañana. No supo cuánto tiempo pasó, tal vez unos treinta minutos, y al estar satisfecho con los ajustes decidió ir en busca de su inseparable compañero.

Con ambas botellas de agua, ya que Aoyagi lo dejó todo menos la libreta que llevó consigo, Teshima decidió ingresar al campo floreado en búsqueda del otro. Pero le costaba, cada paso que daba era una decisión que analizada con precisión. Porque no deseaba estropear las flores y demás arbustos y, por sobre todo, perderse no era una buena opción en esos momentos...

Y mientras Teshima pensaba muy bien sus pasos, Aoyagi había entrado en aquella área de flores guiándose por una sola cosa: su inspiración.

-¡Aoyagi!-

Teshima lo llamaba, intentando conocer su ubicación exacta, pero sabía muy bien que sería inútil. Cuando Aoyagi dibujaba era como si se perdiera en otro mundo. Y ese era un detalle que a Teshima le agradaba un montón, le resultaba increíble la manera en la que el joven artista se enfocaba en sus obras.

Y finalmente lo halló, sentado en el suelo de tierra de cierto lado del campo se encontraba Aoyagi muy centrado haciendo un trazo tras otro sobre el papel.

-¡Aoyagi! ¿Cómo va eso?-

Con entusiasmo Teshima se acercó a su amigo, anunciando su llegada. Como era de esperarse, no recibió respuesta así que mantuvo su distancia para no bloquear la visión de quien trabajaba con tanta concentración. Hablando de, ¿Qué estaría dibujando Aoyagi? Fijó la mirada en su alrededor, de curioso, y meditó en varias cuestiones ¿Será alguno de los girasoles que llamaban tanto la atención? ¿O iría más allá al dibujar parte del campo de flores? No podía descifrarlo.

Horóscopo: Piscis & VirgoWhere stories live. Discover now