Polos opuestos || McDonalds x KFC || Kalds

Capítulo 2.

Ola wapo/a.

—No lo sé Star (Starbucks), pienso que mi hermano hará algo realmente estúpido de lo cuál obviamente nunca en su vida se vaya a arrepentir como el maldito que es- — Explicó la pelirroja de manera realmente rápida y sorprendente, puesto que no se había enredado en aquellas palabras.

—Vamos, ya sabes como es Ronald... Quizás debas darle un poco más de libertad. —Aconsejó su acompañante, tomando su capuccino y sorbiendo de él tranquilamente acompañado de unas galletas.

—¡Es fácil para ti decirlo! Tú al menos no tienes un hermano pervertido que le tiene ganas a su rival, u otros problemas... Que se yo ¡Tu vida es perfecta! — Wendy tomó el café de mala manera, obviamente estando molesta que no se dio cuenta que el líquido seguía caliente, quemándose un poco la lengua. — ¡Ayyy! Maldición, qué asco de día.

—¿Dices que tengo la vida perfecta? Wendy, no mames. — El peliverde respiró hondo — Al menos a tu no te confunden de género a cada momento aunque se lo hayas dicho. 

—Dejarían de creer que eres chica si cortaras un poco tu cabello y tus pestañas... Y dejaras de usar ese extraño labial. — Señaló los labios del chico a lo que este bufó molesto.

—No es labial... Es brillo para evitar que se resequen. — Explicó cruzándote de brazos haciendo un puchero, la pelirroja sólo rodó los ojos y continuó tranquilamente con su café.

Tal vez su amigo tenía razón, debería tenerle más confianza a su hermano y dejarle un poco más de libertad.

Mierda, apenas terminó aquél pensamiento se arrepintió al instante.

• ───── En otro lugar bien gay. ───── •

—Ronald ¿Quieres un taco? — Ofreció una bandeja llena de dicho alimento, el pelirrojo negó con la cabeza y la pelimorada suspiró. — Oye... Tengo que hablar contigo.

—Si es sobre 'esa' charla, no te preocupes, los hombres no se pueden embarazar... Creo. — Dijo con una sonrisa a lo que la chica le miró con suma confusión, tardó unos instantes en darse cuenta a lo que se refería, sonrojándose hasta las orejas negó con la cabeza.

—¡N-no seas idiota! A lo que me refiero es a Ken. — Su tono se volvió preocupado, Ronald rodó los ojos sin darle mucha importancia. — Pero ahora que dices eso, es mejor que te alejes de él.

—¿Qué tiene? Repito, ni que le fuera a hacer nada malo. — El pelirrojo utilizó un tan ya característico tono infantil en aquellas palabras.

—Secuestrarlo y violarlo sí lo es. — La chica se cruzó de brazos. — ¡Hasta acabas de delatar lo obvio!

—Vaya, así que estuviste hablando con mi hermanita ¿No?~ — No pudo evitar reír ante el primer comentario de Belle.

¿Qué tanto escándalo hacía ella y Wendy? Conociéndose a él mismo, sabía que era un poco... Pervertido, y que debía admitir que llegó a tener ganas a ese albino de carácter tan fuerte. Aunque eso fue lo que le atrajo más de él y luego de ese encuentro no tan amistoso al menos para Ken, a Ronald le dejó cierta curiosidad sobre esa persona y al poco tiempo las fantasías no se hicieron esperar.

Se imaginaba a Ken a cuatro patas en su cama, desnudo y atado, con su rostro sonrojado y jadeante. Pidiéndole y rogándole a alcanzar el mejor orgasmo que haya tenido en toda su jodida vid-

—¿Ronald? ¡Ronald! 

—¿Qué? ¿No ves que estaba fantaseando?

—Ugh... Ni quiero saber. — Belle tomó la bandeja de tacos y se fue de ahí, dejando a Ronald con sus imaginaciones alocadas y una sonrisa adornando su cara.