~Miro fijamente en tus ojos, te menciono más y más cada vez.
Cuando te vas te ruego que no te vayas, digo tu nombre dos o tres veces seguidas.~
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Todos soñamos con el amor verdadero, lo perseguimos día y noche por los rincones de nuestra vida. Unas veces lo encontramos y otras, por desgracia acabamos perdiéndolo. Pero, ¿cómo sabes que has encontrado a tu alma gemela?, algunos la reconocen a primera vista, otros tardan años en entender que siempre la han tenido delante, pero la mayoría son conscientes cuando se les ha escurrido por los dedos, entonces solo les queda respirar hondo y esperar. Esperar el tiempo que sea necesario hasta que regrese, porque el amor funciona como un imán, si realmente es el verdadero solo hay que darle tiempo para que vuelva a unir las dos mitades.
En estos momentos se odiaba demasiado a sí mismo, pero odiaba más a su ex novio Harry; el maldito culpable de todo el desastre que había en su vida.
Había quedado solo, lo peor es que a pesar de todo el odio que le tenía a Harry, lo amaba, estaba irrevocablemente enamorado de él.
Era un gran estafador, no quedaba en él ni una parte buena y misericordiosa, era un maldito perdedor que a pesar de todo logró robar el corazón entero de Louis.
Le mintió, difamó demasiado, no tenía ni una pizca de confianza, aún así con tan sólo una sonrisa y dos palabras lograba tener a Louis a sus pies.
Le enseñó lo que era matar a sangre fría y lo que era desear morir al ver cómo personas inocentes perdían la vida en un intento de protegerse.
Nunca fueron una relación "normal" por así llamarle. Harry, jamás le pidió a Louis oficialmente ser su novio, menos le llevó rosas, cartas, chocolates o todas esas cursilerías que al pequeño le hubiese gustado, en cambio; lo único que Louis recibió de éste fue noches de angustia, cambios de humor drásticos, salidas siniestras, manchas de sangre en cada ropa que portaba el rizado, paquetes de LSD. Nada de lo que alguna vez Louis deseó.
Nunca le maltrató físicamente, pero existieron noches en las que el rizado llegaba con más estrés de lo normal, y Louis en un intento de consolarlo, terminaba llorando en el baño, herido con las palabras de su novio.
Pero ahora que éste se había marchado no quedaba una razón para seguir adelante, Harry se había ido y se había llevado con él las fuerzas de Louis para seguir luchando.
Zayn había ido a verle, pero sólo le había echado en cara el problema que tuvo el rizado.
Le dijo que si su amigo estaba tras las rejas era por su maldita culpa. Le gritó mil te odios, y eso terminó por empeorar el estado de ánimo del castaño.
Lo único que logró hacer fue acudir a su habitación y recostarse en la cama, mientras lloraba y sostenía una foto de Harry.
¿Por qué cuando más quieres olvidar a una persona ésta se adueña de tus pensamientos las veinticuatro horas del día?
"Tratar de olvidar, es recordar constantemente." Esa frase rondó por su cabeza, y de cierta manera era real.
Él llevaba bastantes meses tratando de olvidar a Harry, pero esto se hacía cada vez más difícil. Lo amaba, y estaba condenado a hacerlo de por vida.
Lo odiaba, claro. Pero lo odiaba al grado de quererlo junto a él para así poder continuar con su vida.
¿Era verdad el amor que Harry le juró? Si lo era, ¿por qué le causó tanto daño?
Sufrió tanto, aún así, si Harry llegase a decirle que lo amaba tanto y que lo volverían a intentar, él sin pensarlo dos veces accedería, estúpido, ¿no lo creen?
La parte más difícil de dejar ir a una persona a la cual amas es deshacerse de todo lo que te recuerda a éste.
Se dice fácil, se plantea fácil, te deshaces de las cartas, regalos, fotografías que lo incluyan ¿no? Lo jodido era que Louis jamás recibió esas cosas por parte de Harry.
Lo único que obtuvo de él fue amor, un amor tóxico. Se había quedado con el alma de Harry, con su aroma a cigarrillos y vainilla, con sus penetrantes ojos verdes, con su maldita sonrisa capaz de revolverle el mundo. ¿Cómo olvidas y sacas finalmente eso de tu vida?
Cuando se enteró que el rizado había estado rondando por las calles de Londres, una chispa de esperanza apareció en su alma. Pero la decepción llegó, y el rizado jamás apareció.
La primer semana Louis no salió de su apartamento por si al rizado se le ocurría aparecer. ¿Qué pasaría si llega y Louis no se encuentra?, ¿y si se molesta por haber salido del apartamento sin avisarle? ¿Y si le necesita y él no se encuentra? Esas eran las preguntas con las que Louis se excusaba cuando le visitaba Niall; su mejor amigo, invitándolo a respirar aire fresco.
Rotundamente Louis se negaba.
La segunda semana, se negó a salir nuevamente. Esta vez con cosas como "Niall, si salgo y Harry viene encontrará el apartamento solitario y sucio. Debo quedarme a realizar el quehacer." Aún cuando toda la habitación estuviese en orden.
Fue a inicios de la quinta semana cuando su corazón se resignó y su mente decidió mandar todo a la mierda para comenzar a realizar algo productivo con su vida. Falló en el intento, puesto que lo único que logró hacer fue recurrir a los lugares en los que alguna vez estuvo con Harry.
Así era toda su semana. O al menos así lo fue, antes de que le llegara una notificación a su apartamento, donde por parte del tribunal lo citaban a declarar en contra de Harry.
Era 28 de septiembre cuando Louis lloró más de lo considerado.
Lloró hasta dolerle la cabeza, hasta tener la voz afónica de tantos gritos de dolor. Lloró hasta quedar dormido y tratar de borrar de su mente al rizado.
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Criminal; larry stylinson.
Random"Estoy enamorado de un criminal. No llores que todo estará bien. Amo a este chico."