La Apuesta- DyR -RBD-

1.Volviendo al Martirio

En el EWS como de costumbre los padres iban a dejar a sus hijos dos meses antes de clases para que se fueran conociendo según los profesores.

Mía, como siempre entrando con Piter a lado porque su "Daddy" no tiene tiempo pero ni para eso, es más o menos un imbécil, encontrándose ahí a Vico y Celina sus dos amigas y también encontrándose con todos los demás chavos como Tomás, Diego, Giovanni, Luján, Lupe, Roberta, Pilar, Teo y todos ellos, abrazando a sus amigas y despidiéndose de Piter se va a su cuarto con ellas para hablar de sus vacaciones en Paris, Miami, Europa, entre otros.

Diego, entrando a lado de sus dos amigos Tomás y Giovanni hablando de todas las "viejas" como ellos las conocen, o chavas para que se escuche más bonito, que se tiró en las vacaciones y confirmando que ninguna chava se le resiste, van a su cuarto.

Miguel, entrando como si fuera un espía buscando que nadie lo vea pero en la misma chocandose con todos. Teniendo poca habilidad para pasar desapercibido, se choca con Nico y Teo sus amigos y compañeros de cuarto, sin hablar mucho se van a su cuarto rápido.

Roberta, entra como si lo que viera fuera a su mamá Alma Rey y su peor enemiga Ninel Conde peleando como gatas, ríe a carcajadas mientras abraza a Lupita y Luján y van corriendo a su cuarto para hablar.

Todas las habitaciones ​de los chavos tienen nombres respectivos:

Mía, Vico, Celina: Mia's Club
Diego, Tomás, Giovanni: Club Casanovas
Miguel, Nico, Teo: Club Misterio
Roberta, Luján, Lupe: Club Demencia

O bueno así los conoce el mejor maestro del EWS, el profesor Madariaga

Mientras en el MIA'S CLUB

«El trío de fashonistas empiezan a desempacar todo y a probarse ropa»

—Mía, ¿Si me prestas este vestido wey? —suelta Vico viendo el nombrado vestido.

—Ay Vico, ¡Obvio que si! —la abraza cortamente agudizando la voz—. Ustedes saben que mi ropa es su ropa.

—Gracias, Mía —responde la rubia de nuevo.

—Oye Mía yo quería preguntarte algo —dice Celina jugando con sus dedos.

—Dime Celi...

—¿Miguel sigue trabajando para tu Daddy? —vio a otro lado mordiéndose las uñas.

—Sí, ¿Por qué? —dijo despreocupada para luego abrir mucho los ojos—. No me digas que todavía te gusta el charrito monta perros Celina. —se cruzó de brazos.

—Obvio no, quiero un favor nada más.

—Me vuelve el alma al cuerpo, Celina —se tiró a su cama dramatizando—. Casi me matas de un infarto.

—Si porque no puede ser que a dos amigas les guste el mismo chavo —sonrió Vico y Mía le tiró una almohada.

—¡Cállate wey! —se levantó—. Estúpida —todas rieron al unísono—. Obvio a mí no me gusta ni me va a gustar alguien como ese
—señaló la puerta—, charrito monta perros, es un naco de cuarta, si no es que de quinta.

—Pues este charrito monta perros de cuarta y quinta tiene poder sobre tus salidas del colegio, Mía —sonrió Miguel entrando triunfante a la habitación.

—¡¿Qué?! No, no no no tú me estás choreando —lo señaló—. O sea, ¿Cómo me vas a decir que tienes poder sobre mis salidas del colegio? O sea ¡Hello! El único que tiene poder sobre eso es mi Daddy, Franco Colucci. —sonrió victoriosa y Miguel soltó una risa.

—Si, pues fue Colucci quien me dio el poder y hasta hablo con las autoridades del Elite, así que si no estás segura de lo que te digo o no me crees me viene y me va, ¿Ok? Si quieres pregúntale a tu "Daddy" —dijo haciendo comillas con los dedos burlonamente—. Para que él te lo explique con manzanas y peras, ya que es la única forma que entiendes.