Capitulo 21

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Me encontraba saliendo de mi casa, con un humor inevitablemente horrible. Cerré la puerta con fuerza, ya no sabía con que exactamente desquitarme. Mi humor empeoro al ver aquel lujoso auto negro parado frente a mi casa ¿Qué sucedía si yo deseaba un poco de tiempo para mi sola? ¿Zayn no me lo dejaría? Bajo la ventanilla y solo me dirigí a su auto por respeto.

— ¡Sorpresa! –me sonríe en cuanto abro la puerta del auto. Lo saludo amargamente con las pocas fuerzas que tengo limpiando mis lágrimas que cayeron antes de verlo.

—Oh, ¿Sigues ofendida? –se quita las gafas y comienza a conducir.

—Olvida lo de ayer –apoye mi codo sobre el delgado apoya brazos.

— ¿Entonces qué sucede princesa? –intenta descubrir Zayn.

—También olvídalo.

El estaba por empezar su típico y largo discurso que le encantaría que le cuente las cosas pero realmente no quería hablar de eso. Lo mire con cara de suplica y entendió a la perfección. Llegamos al colegio sin decir una palabra. Al salir del auto el me tomo de la mano mientras me sonreía. Caminamos los dos juntos hasta mi casillero y luego al suyo. Nos sentamos en el Árbol de afuera, donde yo siempre comía. Llegamos muy temprano y el día estaba delicadamente precioso.

—Mi casa te extraña –Zayn comienza la conversación formando una sonrisa en mi cara.

— ¿Ella sola me extraña? –pregunte intentando mantenerme seria pero no lo logre. 

—Nora igual

Una carcajada sale por mi boca al igual que Zayn. Nora es la limpiadora de Zayn y los dos sabemos muy bien que esa señora no tiene sentimientos. Es de mayor edad, no habla y muchas veces dudamos que respire, creemos que está muerta por su tono de la piel tan bruscamente pálido.

— ¿Acaso tu no me extrañas?

—Claro que no –Zayn hablo serio por primera vez – yo extrañaba mi cama mientras que tú la usabas. Realmente estoy disfrutando mi reencuentro con ella. Estamos comprometidos pero prométeme no ponerte celosa Smith, siempre habrá un lugar para vos princesa –pasa su brazo por mi cintura y nos mantenemos así un largo rato.

Estábamos los dos sentados disfrutando del hermoso amanecer. Los colores se mezclaban. Era algo así como naranja rosa y rojo mezclando o luchando a la vez. Era un amanecer perfecto. El sol luchaba por salir mientras que la oscuridad luchaba por quedarse. Ahí es entonces cuando miro a Zayn y lo veo fijar su mirada al amanecer.

—¿Te gusta? –le digo sin apartar la mirada de sus ojos.

—Es precioso pero nada a comparación de ti –explica mirándome a los ojos.

Se acerca cada vez más a mi cara mientras que entrelazaba sus brazos en mi cintura. Su boca estaba al lado de mi oído generando que sienta su respiración en forma de cosquilleo instantáneo en la parte trasera de mi oreja. Su respiración era regular y caliente, algo que volvía loca mis neuronas.

 —Vuelve a mi casa, me haces falta –Zayn descansa su cabeza en mi hombro esperando una respuesta.

Sentí ganas de decirle que lo amaba. Pero eso lo estropearía todo, podría asustarlo o, lo que era peor, podría ser que respondiese que el también me amaba. Decido no contestar nada, que el silencio tome mi lugar.

— ¿Me darás mi merecido beso? –me pregunta de nuevo en susurro.

—Claro que no, Zayn.

—Ya me admitirás que quieres ese beso tarde o temprano hermosa –termina la oración con un beso en mi frente –¿Vamos?

Diana |One direction| EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora