Capítulo 1 "Al fin llegó el día"

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Aliris

Hace ya 8 años que no había vuelto a este lugar, no desde el día en que mi padre me trajo... no desde el día en que mi padre murió.

El recuerdo de ese día amenaza con volver pero gracias a Dylan logro deshacerme de el inmediatamente.

Dylan es mi mejor amigo desde hace ya 6 años, el me ayudó cuando más lo necesitaba me enseñó a bloquear todas mis emociones y sentimientos, me hizo comprender que si dejas de sentir le quitas al mundo la posibilidad de lastimarte, y en un mundo como el mío realmente necesitas tener un escudo que te ayude a sobrevivir...más importante aún, un escudo que te ayude a hacer que tu familia sobreviva.

Mi pequeña hermana Marileen y mi perturbada madre han sido el gran motor de mi viva, para seguir adelante en los momentos más difíciles. Y el motivo por el cual estoy aquí, en este lugar que ha traído tanta tristeza a mi familia.

Un joven choca violentamente contra mi sacándome de mis absurdos pensamientos y provocando que tire al suelo mis documentos, el muy cretino sigue caminando como si nada y tengo que recurrir a todo mi auto control para no gritarle unas cuantas verdades.

Una vez que tengo todo listo y ordenado entro al enorme edificio principal; todo lo tengo ante mi es increíble y alucinante, la ultima vez que estuve aquí todo era anticuado y sencillo. Ahora todo se ve maravilloso, de un muro a la derecha cuelgan unas enormes pantallas que muestran la publicidad de la empresa, en el fondo se observan unos ascensores de cristal y se puede observar como sus singulares caminos entrelazados forman un enorme laberinto, que logra darle un un toque muy interesante al lugar, los muebles son muy modernos dominados por el cuero negro, el acero y el cristal. Realmente noto la diferencia que hay

Me acerco a la recepción y detrás de un impresionante escritorio de cristal una chica rubia de pelo rizado ,con brillantes ojos verdes que parecen admirar todo a su alrededor, me recibe con una enorme sonrisa.

—Buen día señorita, "Bienvenida a la Corporación Delacrox Imperial, donde hacemos su vida mejor" —mientras lo dice realiza unos ridículos y exagerados movimientos con las manos— Mi nombre es Karlet Bronte ¿En que puedo ayudarla?
—Hola soy Aliris Andersson y ...
—¡Oh! Si la estábamos esperando, tome —con una sonrisa claramente fingida me entrega un gafete de visitante y dice de mala gana —En el edificio D, piso 11 seccion 3 podrá encontrar al jefe de recursos humanos.
Muy cortesmente le doy las gracias y me dirijo hacia el ascensor.

Una vez dentro suelto una exalacion de fastidio al ver el complicado panel que tengo ante mi, me las arreglo para marcar correctamente cada piso y sección que me indico la recepcionista, justo cuando las puertas están por cerran un sujeto entra de manera muy abrupta en el ascensor y no es nada grata mi sorpresa al descubrir que es el mismo que me arroyo en la estrada.

Ninguno de los dos dice una sola palabra sin embargo puedo sentir su mirada sobre mi así que descido despegar la vista del frente para darle una rápida mirada; es mucho más alto que yo, lleva un traje negro algo desgastado se puede notar a simple vista que le da pequeño, en las manos lleva una caja de cristal con comida dentro de ella, comida con una apariencia bastante apetitosa que logra despertar a mi estomago recordándome que no pude desayunar está mañana (el motivo principal fue que no había comida suficiente para las tres), siguiendo con mi ya no tan rápida inspección al tipo que tengo a mi lado lo encuentro mirándome con el ceño fruncido, sus labios forman una mueca de desprecio, y tiene los ojos azul oscuro un tanto aterradores.
Ok este tipo realmente necesita algo más que unas cuantas verdades, necesita que alguien lo baje de la nuve. Y estoy rogando tener el privilegio de hacerlo algún día.

Confieso que no me gusta mirar a una persona directamente a los ojos, pues no es nada agradable ver toda la maldad que puede haber dentro de su alma.

Por tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora