DongHo había llegado por fin a Seoul, la capital de su País, un lugar donde las oportunidades eran infinitas.
Lo único que el deseaba era poder estudiar, y trabajar. Para así poder tener a futuro una gran carrera.
Y todo hubiese sido perfecto de no se por aquel mal inicio que tuvo en la ciudad.
El ya había viajado con anterioridad, ya había alquilado un pequeño departamento amueblado con ayuda de sus padres.
Esta vez solo debía ir y alojarse en su vivienda antes de que empezaran sus clases.
Pero, todo había sido tan rápido, simplemente choco con un chico de contextura parecida a la de el, acompañado de amigos.
Aquel hombre lo enfrentó, y se ocasiono una gran pelea, donde el termino perdiendo, golpeado y sin nada.
Si. Le terminaron robando.
DongHo se quería arrancar la cabeza de la ira, debió haberse defendido bien, el dolor le permitía a duras penas moverse.
No tenia dinero, no tenia un celular como comunicarse con sus padres, y hasta la llave de su nuevo apartamento le habían robado.
Lo del apartamento lo podría solucionar. Solo era cuestión de ir a ese lugar, hablarle a una vecina para que trate de contactar a la dueña, para recibir un duplicado, y de paso pedir de favor por una llamada.
El problema era que, el lugar donde el iba a vivir, no estaba ni cerca de donde el se encontraba.
Y aunque DongHo sentía un horror de dolores, se levanto y comenzó a caminar.
Sentía muchas miradas, la gente pasaba y murmuraba mil cosas. Nadie ayudaba.
Pero el no se detenía a aclarar nada, ni pedir ayuda, el debía bastarse solo, después de todo el nació solo.
Seguía caminando, acostumbrándose al dolor, a ese paso llegaría al día siguiente a su departamento.
No podía coger ni un taxi, ni un bus, solo le quedaba caminar.
Aunque, aquel plan fue cambiado cuando sintió aquel lujoso auto estacionarse a su lado, y ver apenas a un pequeño niño con su madre bajar asustados.
-Oh Dios Mio, estas bien?- preguntó aquella hermosa mujer, el solo volteo a verla, antes de caer adolorido.
Lo único que escucho fue a aquella mujer, llamar a su chofer para adentrarlo al auto.
Por un momento, aún con todo el orgullo que el siempre tenia, se sintió agradecido con ellos.
Pero, quizá hubiese sido mejor que eso nunca hubiese pasado.
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Bien, haré un fic de esta pareja, con respecto a este drabble creado.
Espero les guste
