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CAPÍTULO 1: UN INFINITO BAJO LAS ESTRELLAS

CAPÍTULO 1

UN INFINITO BAJO LAS ESTRELLAS

El ambiente era tenso en el lugar, Erick guardo el teléfono bloqueando con el botón lateral, los demás chicos se quedaron viendo, hasta que Day, la novia de Wilmer, se levantó y decidió seguir jugando. Erick sabía que no estaba para nada bien ignorar la llamada de Clem. Tenía muchas preguntas, así que volvió a sacar el teléfono. Albany le preguntó si lo llamaría, pero él tenía otro plan en su mente, llamar a su casa, que importa si era muy tarde. Debby se acercó también para enterarse de lo que estaba pasando, luego todos los demás captaron la atención. Decidieron que lo mejor era que llamara a Clem. Erick aceptó la propuesta de todos y claramente la principal iniciativa de él. Empezó caminar hacia atrás de la casa gigantesca de Miguel, donde estaba el jardín. El lugar donde estaban los chicos era toda la entrada de la casa donde había un juego de luces led y el equipo, luego estaba la casa, sus pasillos y puertas, lo siguiente que seguía (que era al lugar donde se dirigía Erick ya que los chicos volvieron a encender el equipo de sonido) es el jardín trasero, porque esta casa tenía dos jardines. Erick iluminaba el camino con su teléfono, ya que estaban todas las luces apagadas y a lo lejos en alguna parte del jardín se podía ver una luz encendida... Era en el centro del jardín, un pequeño lugar circular con techo y unas bombillas pequeñas que hacían todo más romántico, allí se encontraban en una mesa y sentados en las sillas los padres de Miguel y un chico de chaqueta de cuero, debajo de ella tenía una franela blanca que se le podía marcar fácilmente su pecho muy desarrollado. Poseía unos pantalones rotos y unas botas rockeras, de esas que están desgastadas pero tienen mucho estilo. ¿Por qué les digo esto? Porque este chico estaba mirando fijamente a Erick al momento que se acercaba al lugar. Erick no paraba de mirar nerviosamente al chico misterioso, los padres de Miguel se percataron de la entrada de Erick, ellos saludaron a Erick, lo cual el respondió con un alzamiento de cejas. El chico de chaqueta estaba de brazos cruzados, los únicos bebiendo en el lugar eran los padres de Miguel. Erick al momento de estar en un lugar claro y donde podía llegar señal, comenzó a llamar a Clem... En el primer intento no logró contestar. "¿Por qué no contesta el maldito teléfono?" pensó molesto. Segundo intento, tercer intento... Quinto intento, y nada que Erick contestaba. Se le ocurrió una idea, que no sabía por qué no lo hizo desde un principio sabiendo que fue lo que se propuso: "Debe de ser el alcohol que me hizo olvidar que iba a llamar a su casa". Marcó el número de la casa de Clem... Pasaron cincuenta segundos hasta que atendieron. "Por amor a Cristo" susurró para sí mismo Erick.

—¿Bueno? —se oyó al otro lado del teléfono la voz de un señor.

—¿Señor Shepard? —dijo nervioso Erick.

—Sí, él habla ¿Quién llama a estas horas?

—Soy yo Erick Valderrama señor Shepard—al otro lado del teléfono respondió un suspiro de rabia—, disculpe que lo llame a estas horas, pero quería saber ¿Cómo se encuentra su hijo Clem? ¿Está en casa?

—Claro que está en casa, que yo sepa el no salió a ningún lado.

—Acabo de recibir una llamada de él, y me preocupe mucho, diciendo que necesitaba ayuda... Solo puede ir a su habitación y ver si está. Disculpe la molestia.

—Está bien...— Erick suspiró aliviado con todo lo sucedido. Se escuchó que habían dejado el teléfono en la mesita esperando a que realizaran la encomienda. Lo siguiente a escucharse fue una puerta abrirse. Un silencio. Erick para distraerse empezó a caminar por los alrededores del jardín, y vio por las vallas que tenían agujeros que rodeaban la estructura circular donde estaban reunidos los padres de Miguel y el chico misterioso, este ultimo lo estaba mirando y que cuando se dio cuenta que Erick lo miraba siguió hablando con los padres, Erick puso los ojos en blanco y suspiro: —Maldito raro.