La Bella e la Bestia

I won't let me melt in your light

Lo se, lo se, voy tarde con la actualización ¿Razones? Mi mamá no respeta mis horarios de trabajo(?) Y mi pc me esta dando sustos de mini infarto... Estoy considerando seriamente comprarme una nueva... Pero en mi país eso equivale a más o menos donar un riñón...

Bueno, veré como hago para seguir con las actualizaciones y eso... 

Honestamente la situación de mi pc me desanima un poco y pues supongo se dieron cuenta(?) Pero bueno, seguiré tratando de ser luchona en la vida :'v 

Advertencia: no esta revisado por una beta, so, puede que haya muchos errores aquí... Lo siento... Ah, y también esta un poco muy OOC(?)

Sin más, aquí les dejo el capitulo

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Capitulo VI

I won't let me melt in your light  

Era un nuevo día en aquel palacio, Tony despertó con un gemido de cansancio, había pasado una mala noche, pues no obstante a que su mente no dejaba de pensar sobre el castillo, había pasado toda la noche con espasmos gracias al frío que aún no dejaba sus huesos, se había sentido mal toda esa noche gracias a eso y aun se sentía mal, pero no se iba a dejar vencer por aquellos tontos escalofríos y mucho menos por aquella tos ocasional que le ataco anoche.

Así que se levantó, fue al baño a cepillarse y ducharse para así empezar un nuevo día en aquel lugar.

Saludo a Janet quien sabiamente le proporciono ropa abrigada, lo que Tony agradeció silenciosamente, después de vestirse salió de su habitación y se dirigió a la cocina.

En la cocina todos estaban trabajando como una maquina bien aceitada, Tony les saludo y pregunto si podía ayudar en algo, la señora May prácticamente le corrió de la cocina alegando que él era un invitado del castillo y que no debía preocuparse por cosas así.

A Tony le causo gracia, la señora May era un ser amable y adorable pero con carácter.

Fue al comedor donde le sirvieron el desayuno y comió tranquilamente, la señora May le llevo un delicioso y cálido té y hablo un poco con los sirvientes del palacio, fue un desayuno ameno, para ser su segundo día en el castillo se llevaba bien con la mayoría de los habitantes del lugar.

Después del agradable y delicioso desayuno, los sirvientes detuvieron su charla con el castaño pues debían empezar con los quehaceres diarios del castillo dejando a Tony vagando en el castillo.

Solo y aburrido se encontraba Tony vagando por aquellos pasillos que no lucían tan aterradores en la mañana, sin nada que hacer Tony se dirigió al lugar menos pensado.

El ala oeste.

Aquel infame lugar que se le había sido prohibido en su llegada y que ahora ya no lo era... O al menos eso pensaba.

Además, debía revisar si su mu malcriado paciente se estaba curando bien.

Sigilosamente recorrió los pasillos de aquel lugar hasta llegar a la gran puerta de la habitación del amo del lugar.

Abrió la puerta lentamente, sin hacer ruido para no despertar al mayor y observo al ser que yacía acostado en aquella cama un poco destruida, se dio cuenta que Bucky se encontraba en su forma peluda y suspiro con alivio, por lo menos había hecho caso, esperaba que sus heridas se encontraran mejor.