¿What is love?

Capítulo 5: Eliza, traición, mal amor.

-Flashback-

hace 2 meses atrás.

-No lo puedo creer-chillé- te vas a casar.

-yo menos, esto es irreal, siempre creí que serías tú la primera.

-¿por qué, tengo cara de novia joven?- solté una risita.

-No-rió- pero eres mas tradicional que yo en eso, ya sabes, amor eterno, compromiso, la iglesia.

-Ay Eli, no sabes como me gustaría que Nicolás me pidiera matrimonio, aunque llevemos un año y medio ya, siento que con él podría vivir toda mi vida - suspiré- me acostumbre a Nicolás.

La miré atenta, ella me

miró algo triste e incómoda, estaba tan feliz por ella, pero a la vez triste, iba a quedar sola después de que fuera.

-Fin del flashback-

Tenía mis pies en agua fría, se sentía tan bien despues de estar todo el día en esos tacones del infierno. Me puse el piyama de polar y me fui a mi cama, hacía frío, apenas me acosté el sueño se apoderó de mí. Dormí toda la noche...

Estaba en una habitación, mi habitación más bien. Habían unas rosas en la mesita que estaba al lado de mi cama a su lado un sonriente chico pelinegro, ojos azul oscuro, su nariz era normal y unos labios rosados adorables, besables. Tenía una bandeja en sus manos, el desayuno

-despierta Chloe- me dijo suave, pero a la vez indiferente. Tallé mis ojos, incómoda por la luz que entraba por la ventana.

-Tengo algo muy delicado que hablar contigo Chloe

Nervios.

Lo único que sentía en ése momento. Él nunca había hecho esto, unas veces me había llevado a comer de sorpresa y dos veces me había encontrado con que me tenía la cena lista para dos. Esto era distinto, era el desayuno.

-¿Qué haces aquí?

-Te traje esto, como nuestro primer y último desayuno.

-¿De qué hablas Nicolás?- mi voz se quebró poco a poco, como yo.

-Terminamos, jamás te amé.

Mi cama se volvió un aguajero, cayendo yo en el y quedando dentro de este, pero podía ver aún arriba como llegaba Eliza con un vestido blanco, apegado al cuerpo, un ramo de rosas rojas, parecido al rojo de la sangre. Nick la tomó por la cintura y la acercó hacía él, besandola, ellos mezclandose convirtiéndose en uno solo.

-Ahora podremos estar juntos por siempre- dijo Eli, su sonrisa era hueca.- Acepto- le dijo

Acepto. Le dijo él devuelta.

Se desvanecieron, todo en la pieza se desvanece. Veo pétalos de rosas rojos vino, como los que estaban en mi velador, y los del ramo de Eliza.

Ya no estoy en aquél agujero, viéndolos...

Estoy en un tipo de restaurant, un platillo de pasta está en la mesa, en frente mío veo a Nicolás observando como si estuviera enamorado hasta los pies.

“Te amo“ dijo risueño, pero no era a mi a quien veía, veía a mi hombro, mejor dicho por encima de el. “te amo“.

Escuché detrás mío, la voces de las demás personas no se escuchaba, era como si estuvieran hablando pero no emitieran sonido alguno. La voz era la de Eliza.